Secretariado de Medios

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El domingo 13 de Enero se clausuraba el VIII centenario de la presencia dominica en Segovia. En este año de 2019 los Maristas celebran su centenario de la llegada a Segovia como educadores cristianos y las Misioneras Concepcionistas los 125 años de su Congregación. En Segovia —capital y provincia— hay monasterios de vida contemplativa muy antiguos que convierten la diócesis en un inmenso tesoro espiritual. También hay comunidades de vida activa que han marcado la historia de nuestra Iglesia diocesana. Todo nos invita a dar gracias a Dios por la vida consagrada, expresión indiscutible de la santidad de la Iglesia. Lo hacemos en este 2 de Febrero, como cada año, fiesta de la Presentación del Señor.
Que el pecado existe en la Iglesia es algo sabido. Cuando Cristo llama a los Doce, conocía los pecados de Judas, Pedro, Tomás… En la Iglesia primitiva existía, como en la nuestra, la división, la avaricia, el deseo de poder. La Iglesia es parte de la humanidad herida por el pecado. Ningún cristiano está exento de la amenaza permanente del pecado. Pero también existe la santidad, que hace a la Iglesia santa. Desde el bautismo somos consagrados a Cristo y su vida corre unida a la nuestra. Los consagrados y consagradas en la Iglesia son el rostro visible de su santidad. Se han entregado totalmente al Señor mediante los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, y aunque muchas veces no sean comprendidos, siempre suscitan el interrogante de por qué viven así. La razón es muy sencilla: buscan identificarse con Cristo y ser un signo de su presencia en el mundo. A veces les exigimos que sean intachables, perfectos, santos de altar. Y olvidamos que nuestro bautismo nos obliga a lo mismo. Ellos y ellas han consagrado su vida a Cristo en multitud de tareas que confluyen en el servicio de la caridad: están en escuelas, hospitales, misiones arriesgadas en el mundo de la marginación, la droga y la prostitución. Fundan comunidades para acoger a los que mundo margina, rezan en común, viven fraternalmente, se entregan hasta la muerte. ¿No nos dice esto nada? ¿No nos urge a ser mejores?
En las pasadas navidades he recibido correos electrónicos de misioneros y misioneras segovianos que llevan toda su vida fuera de su tierra. Sus confidencias son conmovedoras. Transcribo un párrafo de una Concepcionista Misionera de la Enseñanza: «Soy un hermana viejita de 93 añitos, ingresé a los 20 años y permanezco en Venezuela 53. He sido muy feliz trabajando con toda clase de niños, jóvenes y familias y ahorita me encuentro en la casa de las mayores completando y finalizando mi vida siendo toda del DUEÑO y de los hijos que me ha ido encomendando. Perdone que le diga estas cositas pero así soy. Cuente con mi oración y cariño de hermana en Cristo y pidiendo su bendición y agradecimiento». Esta es la vida consagrada: ser del Dueño y de los hijos que el Señor confía. Hermosa experiencia. Sólo espera finalizar su vida.
Por muchos que sean los pecados, no tienen el poder de una vida entregada a Dios, cuya fecundidad sólo él conoce. Los que se entregan a Dios plenamente reproducen la contradicción que marcó la vida de Cristo: no son nada en apariencia, pasan por el mundo sin hacer ruido, padecen incluso rechazo y persecución de los suyos, pero tienen el poder y la gracia de sanar, purificar y transformar este mundo en el nuevo y definitivo que anticipan en sus propias vidas, convertidas en una profecía de lo que Dios hará al fin de los tiempos. Sin la vida consagrada totalmente a Dios y a los hombres, este mundo sería muy oscuro, carente de esperanza, y viviríamos sin la luz que nos marca el camino, a pesar de las sombras, hacia la consumación de la nueva creación.

 

+ César Franco
Obispo de Segovia.

La Diócesis de Segovia dedica todos sus esfuerzos a desempeñar la tarea pastoral que le es propia pero sin olvidar que el ingente patrimonio cultural que conforman los templos y los bienes muebles que en ellos se custodian, creados para el culto y la liturgia, requieren de un constante esfuerzo para garantizar su mantenimiento, conservación y restauración, a pesar de los exiguos recursos económicos disponibles en las parroquias y el Obispado y de la escasa colaboración del ente público.

La Diócesis, en colaboración con las parroquias, prioriza las intervenciones a realizar en función de su urgencia, con la finalidad de optimizar el presupuesto y garantizar tanto el uso cultual de los templos como la conservación del patrimonio cultural.

El año que ahora acaba se inició con tres iglesias cerradas al culto, a saber, la de Moraleja de Cuéllar, Ventosilla y Tejadilla y Fuentesoto, por la existencia de problemas estructurales severos en las cubiertas. Sin embargo, gracias al presupuesto de la Diócesis para obras en templos de los años 2017 y 2018 y al esfuerzo económico de las parroquias, los oriundos del lugar y algunos organismos públicos, estos tres templos están nuevamente abiertos al culto. Del mismo modo ha habido otros templos parroquiales que, sin estar cerrados, requerían de intervenciones urgentes para evitar su cierre cautelar, como eran los casos de las iglesias de El Negredo, Perogordo y Carbonero de Ahusín, y se han resuelto a lo largo del presente año.

Las actuaciones e inversiones realizadas en las referidas iglesias han sido las siguientes:

- Moraleja de Cuéllar: rehabilitación integral de la cubierta que ha requerido una inversión de 147.792,05 euros, de los cuales 61.697,50 euros los aportó la Consejería de Fomento, 40.000 euros el Obispado y los 46.094,55 euros restantes la Parroquia.
- Ventosilla y Tejadilla: rehabilitación integral de la cubierta que ha supuesto una inversión de 127.713,48 euros, con una aportación de 80.000 euros del Obispado y 47.713,48 euros de la Parroquia.
- Fuentesoto: rehabilitación integral de la cubierta de la nave central que ha requerido 88.967,32 euros, de los cuales 35.000 euros los aportó el Obispado, 10.000 euros el Ayuntamiento y los 43.967,32 euros restantes la Parroquia.
- El Negredo: rehabilitación integral de la cubierta que ha supuesto una inversión de 93.761,62 euros. Ha contado con una ayuda económica del Obispado de 34.598 euros, siendo asumidos los 59.163,62 euros restantes por la Parroquia y la Cofradía, si bien falta una ayuda económica del Ayuntamiento de Riaza, aún sin determinar. La rehabilitación de dicha cubierta se ha completado con la realización de nuevos yugos de madera para las campanas, cuyo coste ha ascendido a 1.845,25 euros que han sido sufragados por la Asociación Cultural del pueblo.
- Perogordo: recalce de la cimentación del templo con una inversión de 40.958,50 euros; 25.000 euros han sido aportados por el Obispado y los 15.958,50 euros restantes por la Parroquia.
- Carbonero de Ahusín: rehabilitación parcial de la cubierta, adecuación del pavimento de acceso y saneamiento y puesta en valor del atrio de entrada, que ha supuesto una inversión de 86.602,85 euros y ha contado con la colaboración del Obispado con 40.000 euros, del Ayuntamiento con 15.100 euros, de la Asociación Cristo del Amparo con 4.000 euros, de la Cámara Agraria de Ahusín con 2.000 euros y de la Parroquia con los 25.500 euros restantes.

Además de estas actuaciones, hay tres parroquias de la Diócesis que han ejecutado este año obras en sus iglesias parroquiales asumiendo el coste en solitario:

- Cuéllar: Rehabilitación integral de la cubierta y de la planta superior del acceso lateral de la iglesia de San Miguel, con una inversión de 69.850,63 euros.
- Trescasas: reparación de la cubierta, saneamiento de humedades, construcción de aseo y pintura exterior de la iglesia parroquial, con una inversión de 54.804,53 euros.
- Cabañas de Polendos: construcción de almacén, cuarto de calderas y aseo, con una inversión de 36.284,66 euros.

A todas estas inversiones hay que sumar otros 401.018,19 euros que han gastado las parroquias de la Diócesis para el mantenimiento, conservación y restauración tanto de los templos como de los bienes muebles que se custodian en ellos. Por otro lado están las inversiones que el Cabildo Catedralicio realiza en la Catedral y que informará oportunamente, si bien cabe mencionar los 50.000 euros que ha destinado a la Parroquia de Caballar para reparar el templo, dentro de la línea de ayudas que ha iniciado este año para colaborar anualmente con parroquias de escasos recursos económicos en la restauración de sus templos.

Sin embargo, a pesar de todas estas inversiones de la Diócesis y de las parroquias que han ascendido a 1.104.953,48 euros, por desgracia cada año surgen nuevos templos con problemas estructurales severos que necesitan intervenciones urgentes y obligan a su cierre cautelar, como este año ha sido el caso de la iglesia parroquial de Aldehuela del Codonal, que requiere de una intervención de 84.378,20 euros en la cubierta del presbiterio.

A pesar de esta situación, la Diócesis no se olvida de su asignatura pendiente: las iglesias que llevan años en ruinas, como las de Fuentes de Cuéllar, Castiltierra, Aldeanueva del Monte, Serracín, Cincovillas, Fuentes de Carbonero, Santiuste de Pedraza… El trabajo por hacer es mucho y los recursos económicos pocos y aunque la Diócesis continúa llamando a puertas para recabar apoyo, toda ayuda que llegue, pública o privada, siempre es y será bienvenida porque, con independencia de ideologías, el patrimonio cultural es un legado que hemos recibido y tenemos la obligación moral de conservarlo y preservarlo para las próximas generaciones.

 

El próximo viernes 25 de enero, a las 19 horas tiene lugar en la Casa de la Lectura la presentación del libro “La Pastoral Rural Misionera en la Región del Duero 1968-1993”, editado por Endymion, cuyo autor es el historiador Juan Antonio Delgado de la Rosa. Este acto se enmarca en la programación del centenario del nacimiento de don Antonio Palenzuela Velázquez.

A partir de 1968 coincidieron en las diócesis de lo que luego sería Castilla y León seis obispos –entre otros, Palenzuela en Segovia- que pusieron en marcha la Pastoral de Conjunto en la Región del Duero, un ambicioso proyecto de evangelización que pretendía llevar a estas diócesis las conclusiones pastorales del Concilio Vaticano II. Dentro de las líneas de actuación de ese proyecto, un sector muy importante era la pastoral rural, dadas las características de la región y su estructura geográfica, económica y poblacional. El historiador Juan Antonio Delgado de la Rosa ha estudiado estas iniciativas y las figuras episcopales que las hicieron posible, destacando especial atención hacia don Antonio Palenzuela Velázquez.

Juan Antonio Delgado de la Rosa es doctor en Filosofía y en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid, master en Pensamiento Español e Hispanoamericano. Forma parte de la Asociación de Hispanismo Filosófico. Es autor de varias biografías sobre personajes de la Iglesia disidentes hacia el régimen del general Franco, tales como Francisco García Salve, José María Díez Alegría –ambos, incardinados en la diócesis de Segovia por don Antonio Palenzuela por razones humanitarias-, Mariano Gamo, el padre Llanos, etc.

“Amigos de don Antonio Palenzuela Velázquez”

 

Miércoles, 16 Enero 2019 08:06

El vino bueno. Domingo II.Tiempo Ordinario

El milagro de las bodas de Caná, donde Jesús transforma el agua en vino, ha pasado a la historia de la interpretación cristiana de los milagros como un gesto de compasión de Jesús con un matrimonio en apuros el día de su boda. Quedarse sin vino en el banquete era un feo a todos los invitados. Los más críticos no entienden que Jesús usara su poder para este tipo de situaciones. Por eso rechazan su historicidad y consideran el pasaje como un relato edificante.
Leído en profundidad, sin embargo, el texto describe mucho más que un simple gesto compasivo. Algún estudioso de mirada aguda ha dicho que el protagonista es el vino. Tanto el viejo, que se acaba, como el nuevo que trae Jesús. Nos encontramos, por tanto, en la transición de lo viejo a lo nuevo. La expresión del maestresala, al probar el agua convertida en vino, es significativa: «Has dejado el vino bueno para el final». Es una proclamación indirecta de que se ha llegado al tiempo final de la historia en que la venida del Mesías trae lo mejor, lo definitivo.
En la tradición judía había una enorme expectación sobre la venida del Mesías. Cuando llegara, todo sería abundante, terminaría la sed y el hambre. El banquete de bodas servía para describir la alegría mesiánica. Se explica así que el Mesías, y Dios mismo, se representara como el novio y esposo, el amante fiel de Israel.
Aquí sólo podemos indicar que el cuarto evangelio, antes de narrar el milagro de las bodas de Caná, ha presentado a Cristo como el esposo que trae la alegría a Israel. Al presentar a Jesús como invitado a la boda y portador de un vino mejor, está señalándole como el esposo que viene a unirse con su pueblo. Esto es mucho más que sacar de apuros a una pareja de recién casados.
Otro dato importante para leer con fruto este pasaje evangélico es el lugar que ocupa María junto a Jesús. Con la fina observación de mujer, María se da cuenta de que el vino se acaba y se lo dice a Jesús. Este le responde de forma enigmática: no la llama «madre», sino «mujer». Y le dice que su «hora» no ha llegado. Todo el que haya leído el evangelio de Juan habrá observado que, cuando se habla de la «hora» de Jesús, se refiere a su muerte, el momento en que Cristo da la vida y la salvación por todos. La hora del amor hasta el fin.
Se preguntará algún lector: ¿Qué tiene que ver la carencia de vino con la hora de Jesús? Muy sencillo: Jesús no piensa en el vino de los comensales, sino, como decía san Juan de Ávila, en «el buen vino de la cruz», el que dará al morir. Por eso, viene a decirle a su madre: aún no es el tiempo de la salvación que traigo. Hay que esperar la hora. Y al llamarla «mujer» le está diciendo que también ella, en esa hora, alcanzará su misión definitiva. No se olvide que, clavado en la cruz, Jesús dice a su madre refiriéndose a Juan: «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Volvamos entonces al milagro y a la crítica de su historicidad. La última intención de Jesús al realizarlo es mostrar quién es él, el mesías que trae la plenitud de los bienes, representados en el vino mejor. Para ello, se sirvió de una circunstancia muy concreta: la boda de unos conocidos. Y aprovechó la carencia de vino, no sólo por empatía con los novios, sino como signo de su entrada en la historia de Israel y de la humanidad. El milagro, como todos los milagros de Jesús, pretendía suscitar la fe en él. Esta es la clave. Por eso el relato termina diciendo que en Caná Jesús comenzó sus signos —no los llama milagros—, «manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él» (Jn 2,11). Es obvio que el evangelista tenía una visión mucho más amplia que muchos críticos modernos que leen los evangelios con prejuicios racionalistas.

 

+ César Franco
Obispo de Segovia

 

Jueves, 10 Enero 2019 11:43

Cristiano viene de Cristo

Desde niño, Jesús se había acostumbrado a asistir con María y José al culto de la sinagoga. En Nazaret se había criado, y allí se había iniciado en la liturgia sinagogal. Los salmos y las lecturas le eran familiares y seguramente esperaba el momento de explicar públicamente las Escrituras. Ese día llegó cuando, ya adulto, entró en la sinagoga de su pueblo y le invitaron a hacerlo. Jesús tomó el pergamino de las Escrituras, lo desenrolló y leyó el famoso pasaje de Isaías que presenta al Siervo de Dios diciendo: «El Espíritu de Dios está sobre mí porque él me ha ungido».
La ocasión era única para presentarse al pueblo que le escuchaba. La escena parece una presentación de sus cartas credenciales como Siervo y Mesías de Dios. El texto de Isaías proclama la misión que le espera: «Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18-19). Dice el evangelista que, leído el texto, devolvió el rollo a quien le ayudaba, y se sentó. Sentarse es la actitud del maestro. La sinagoga entera tenía los ojos fijos en él. Jesús les dijo: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír».
El momento es de máxima solemnidad. Jesús se proclama a sí mismo el Ungido de Dios. Y no duda en decir que se cumple la Escritura en él. El pueblo ya no tiene que esperar más. El «hoy» de Jesús es el «hoy» de Dios. Todo lo que vendrá después en su ministerio público será el desarrollo de la unción recibida previamente en el bautismo que le capacita para proclamar a los pobres el evangelio, anunciar la libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos. La gracia del Señor, su benevolencia y compasión se hacen presente en Jesús de un modo autorizado. El tiempo ha llegado a su plenitud.
Esta escena es un paradigma para todo cristiano. Decía san Agustín que cristiano viene de Cristo. Cada bautizado es un ungido por Dios. El «crisma» que recibimos en el bautismo es la unción del mismo Cristo, que nos capacita para realizar su propia misión. Sea cual sea el estado de vida del cristiano, la misión que nos une a todos es la de Cristo. Esta es nuestra dignidad irrenunciable. En ocasiones, interpretamos la vocación cristiana en términos de poder, al estilo de los que gobiernan las naciones. Ya nos advirtió Jesús sobre este riesgo. Y preocupados por el poder, nos olvidamos de la capacidad recibida en la unción: anunciar la buena noticia, liberar al oprimido, sanar las heridas, consolar al que sufre, servir sin acepción de personas. Los verdaderos testigos del evangelio no se preocupan si tienen más poder que otros miembros de la Iglesia. Han vivido con la conciencia de la unción del Espíritu. Han escuchado las palabras de Jesús —el Espíritu del Señor está sobre mí—, han tomado conciencia de su dignidad y se han lanzado con alegría a la misión. Dios ha hecho grandes cosas con ellos.
No es tiempo hoy para discutir, como hacían los apóstoles, sobre quién es el más importante en la Iglesia. Todo eso conduce a la esterilidad y al desencanto. Es tiempo para la misión. Y ésta nace de nuestra dignidad de bautizados. ¿Qué hemos hecho con ella? ¿Qué ha sucedido con el Espíritu recibido en el bautismo y en la confirmación? ¿No somos todos cristianos, miembros del Cuerpo de Cristo? ¿No estamos marcados con el «sello» de Cristo? Le pertenecemos de por vida. No hay nada en nuestra persona ni en nuestra vida que no sea suyo. Los domingos participamos en la eucaristía, escuchamos la palabra de Dios, nos sentamos a la mesa de Cristo. ¿Qué más necesitamos para salir a la calle convencidos de nuestra misión y dispuestos a proclamar, como Jesús, que «hoy» se cumple también nosotros la Escritura que acabamos de oír?

 

Martes, 08 Enero 2019 09:15

Relevo en la dirección de Cáritas.

Relevo en la dirección de Cáritas diocesana

Coincidiendo con el inicio del nuevo año el Obispo de Segovia, Mons. César Franco, convocó, el día 4 de enero, al Consejo diocesano de Cáritas para comunicarle el relevo en la dirección de esta Institución diocesana. Conforme al proceso que estipulan los estatutos para llevar a cabo este nombramiento el Obispo escuchó al Consejo sobre la propuesta de nuevo director en la persona de Mariano Illana Sanz, feligrés de la parroquia de san Lorenzo (Segovia). En el trascurso de la reunión el Obispo, acompañado del Vicario general, agradeció el trabajo realizado durante veinte años por la actual directora, Rosario Díez Díez, a la que hizo entrega de una bandeja conmemorativa como recuerdo de su generosa entrega al servicio de Cáritas diocesana.

Mariano Illana

Mariano Illana Sanz es natural de Segovia tiene 67 años. Médico especialista en medicina familiar, actualmente está jubilado. Ha ejercido la medicina en Jemenuño y Santovenia, posteriormente en Juarros de Voltoya y Bernardos. Del 2004 al 2016 en el centro de salud Segovia III en donde ha sido responsable de formación. Fue miembro de la junta directiva del Colegio de médicos de Segovia con funciones de tesorero del 2005 al 2013. Está casado y tiene dos hijos y dos nietas. Es miembro del Secretariado diocesano de Familia y Vida y colabora con los cursos de preparación al matrimonio en la parroquia de San Lorenzo.

Viernes, 04 Enero 2019 09:03

Peregrinación a Tierra Santa

La diócesis de Segovia ofrece a todos aquellas personas que lo desee peregrinar a Tierra Santa durante el mes de febrero. Con la experiencia de más de 20 años de D. Angel García Rivilla, delegado de Peregrinaciónes.

 

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Lunes, 31 Diciembre 2018 10:10

Comunicado Oficial


Ante la difusión masiva de un email anónimo con graves acusaciones contra miembros de la Iglesia diocesana de Segovia, el Obispado de Segovia ha presentado una denuncia ante la policía. Condenamos enérgicamente este atentado contra la verdad y contra el derecho a la buena fama de las personas aludidas en el email. Pedimos a la comunidad diocesana que ore al Señor y actúe con fidelidad a los principios evangélicos que edifican la sociedad en la verdad, justicia y caridad.

Secretariado de Comunicación Social
Diócesis de Segovia
30 diciembre 2018

Viernes, 28 Diciembre 2018 08:34

Revista Diocesana. Enero 2019

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Miércoles, 26 Diciembre 2018 12:47

Visita pastoral y misión de la Iglesia

El pasado 29 de Junio, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, firmé un decreto por el que se inicia una nueva organización de la diócesis con el fin de distribuir el clero según las necesidades actuales y trabajar pastoralmente al servicio de una mayor comunión eclesial. En esta nueva andadura, destaca la figura del arcipreste/vicario foráneo, que, ayudado por vicarios parroquiales, tiene jurisdicción en aquellas parroquias que se le encomiendan como párroco. Esta experiencia ha comenzado ad experimentum por tres años en el arciprestazgo de Sepúlveda-Pedraza, constituido por cincuenta parroquias.
Con el fin de acompañar este proceso de forma más cercana y ayudar a su consolidación, he decidido realizar a dicho arciprestazgo la visita pastoral en este próximo curso pastoral, y, si es posible, hacerla extensible al arciprestazgo de La Granja-San Medel que cuenta con veintiocho parroquias y donde se han unido bajo el cuidado de un solo párroco y tres vicarios parroquiales núcleos fuertes de población. De esta manera, podré conocer de modo más directo las urgencias y necesidades de estas zonas de la diócesis y animar a sacerdotes y fieles en la tarea evangelizadora.

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