Secretariado de Medios

Secretariado de Medios

El día 30 de septiembre el Papa Francisco publicó una carta en el XVI centenario de la muerte de san Jerónimo que ha pasado bastante desapercibida. Además de la que ha dirigido a los monjes del Parral, único monasterio de jerónimos en el mundo, ésta a la que me refiero es un elogio de la figura del traductor de la Biblia al latín, que ha pasado a la historia con el nombre de Vulgata, porque se convirtió en el alimento para el pueblo (vulgo) cristiano durante siglos. La carta lleva por título Scripturae Sacrae Affectus, pues es lo que distinguió a san Jerónimo: un afecto vivo y tierno por la Palabra de Dios, a la que consagró todas sus energías desde una experiencia de conversión en la que Cristo le echó en cara que era más ciceroniano que cristiano porque estimaba más la lengua latina que los escritos bíblicos por considerarlos demasiado toscos e imprecisos para su refinado gusto literario.

San Jerónimo estudió en Roma retórica con ilustres maestros de su tiempo y dio un giro a su vida cuando descubrió el tesoro de la Biblia y se entregó a su meditación, estudio y traducción. Primero en Roma, como colaborador del Papa español san Dámaso, después en el desierto de Calcis, estudiando griego y hebreo, luego en Egipto y, finalmente, en Belén, donde fundó junto a la gruta del nacimiento de Jesús dos monasterios «gemelos» de hombres y mujeres que atendió como maestro espiritual y a los que inició también en el estudio de la Palabra de Dios.

El trabajo de san Jerónimo fue ingente. Con los medios de entonces, sirviéndose de las Hexaplas de Orígenes, entre otros instrumentos de trabajo, entendió que la Palabra de Dios debía ser accesible al pueblo cristiano y se enfrascó en su traducción desde las lenguas originales, pensando no sólo en sus discípulos y en los estudiosos que un día se dedicaran a la Escritura sino en la gente llana. Como dice el papa Francisco, Jerónimo ofrecía su trabajo a los demás como un munus amicitiae (oficio de amistad) a través del cual edificaba la Iglesia.

La personalidad de este padre de la Iglesia latina conjugaba, según el Papa, la entrega total a Dios por amor a Cristo crucificado y el estudio constante y arduo de la Sagrada Escritura, cuya lengua, retórica y figuras distaban mucho del mundo clásico en el que se educó. La Biblia se presentaba como un «libro sellado» que necesitaba la mano del intérprete cuya clave era Cristo. San Jerónimo dio un paso de gigante en lo que llamamos inculturación puesto que su dominio de las lenguas permitió «una comprensión más universal del cristianismo y, al mismo tiempo, más acorde con sus fuentes». La traducción de la Vulgata, dice Francisco, supone un acto de hospitalidad lingüística que favorece la cultura del encuentro, puesto que abre el mundo de la lengua a nuevas comprensiones. ¡Atinado pensamiento en una época de tanta ignorancia, especialmente en materia religiosa, que impide la apertura de la inteligencia al conocimiento de las culturas que han tenido cabida en la Biblia! Por eso, el Papa lanza este desafío a los jóvenes: «Vayan en busca de su herencia. El cristianismo los convierte en herederos de un patrimonio cultural insuperable del que deben tomar posesión. Apasiónense de esta historia, que es de ustedes. Atrévanse a fijar la mirada en Jerónimo, ese joven inquieto que, como el personaje de la parábola de Jesús, vendió todo lo que tenía para comprar “la perla de gran valor”» (Mt 13,46).

Os animo, pues, a leer esta carta que presenta su figura con viva actualidad. Como escribió de él su amigo Nepociano: «Por la asidua lectura y la meditación prolongada, había hecho de su corazón una biblioteca de Cristo».

+ César Franco
Obispo de Segovia

 

«Entrego esta encíclica social como un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras». Franciscus

El Papa Francisco ha presentado hoy «Fratelli tutti», la tercera encíclica de su pontificado. Francisco la define como una “encíclica social” que coge su título de las “Admoniciones” de san Francisco de Asís, quien utilizó esas palabras “para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio”. El santo “no hacía la guerra dialéctica imponiendo doctrinas, sino que comunicaba el amor de Dios”, escribe el Papa, y “fue un padre fecundo que despertó el sueño de una sociedad fraterna”. De esta forma, la Encíclica pretende promover una aspiración mundial a la fraternidad y la amistad social a partir de una pertenencia común a la familia humana, del hecho de reconocernos como hermanos porque somos hijos de un solo Creador. Abierta por una breve introducción y dividida en ocho capítulos, la Encíclica recoge muchas de las reflexiones del Papa sobre la fraternidad y la amistad social, pero colocadas “en un contexto más amplio” y complementadas por “numerosos documentos y cartas” enviados a Francisco por “tantas personas y grupos de todo el mundo”.

Amor, derechos y gobernanza mundial

La Encíclica responde con un ejemplo luminoso, un presagio de esperanza: el del Buen Samaritano. Francisco nos exhorta a “salir de nosotros mismos” para encontrar en los demás “un crecimiento de su ser”, abriéndonos al prójimo según el dinamismo de la caridad que nos hace tender a la “comunión universal”. Una sociedad fraternal será aquella que promueva la educación para el diálogo con el fin de derrotar al “virus del individualismo radical” y permitir que todos den lo mejor de sí mismos. El derecho a vivir con dignidad no puede ser negado a nadie, dice el Papa, y como los derechos no tienen fronteras, nadie puede quedar excluido, independientemente de donde haya nacido. A las migraciones está dedicada parte del segundo y todo el cuarto capítulo. Hay que evitar migraciones no necesarias, afirma el Pontífice, creando en los países de origen posibilidades concretas de vivir con dignidad. Lo que se necesita sobre todo -según recoge el documento- es una gobernanza mundial, una colaboración internacional.

La política, al servicio del bien común

“La mejor política” es una de las formas más preciosas de la caridad porque está al servicio del bien común y conoce la importancia del pueblo. La mejor ayuda para un pobre, explica el Papa, no es sólo el dinero, que es un remedio temporal, sino el hecho de permitirle vivir una vida digna a través del trabajo. También es tarea de la política encontrar una solución a todo lo que atente contra los derechos humanos fundamentales, como la exclusión social; el tráfico de órganos, tejidos, armas y drogas; la explotación sexual; el trabajo esclavo; el terrorismo y el crimen organizado. Fuerte es el llamamiento del Papa a eliminar definitivamente el tráfico, la “vergüenza para la humanidad” y el hambre, que es “criminal” porque la alimentación es “un derecho inalienable”. La política que se necesita, subraya Francisco, es la que dice no a la corrupción, a la ineficiencia, al mal uso del poder, a la falta de respeto por las leyes.

Bondad, paz y perdón

Del capítulo titulado “Diálogo y amistad social”, surge también el concepto de la vida como “el arte del encuentro” con todos, incluso con las periferias del mundo y con los pueblos originarios, porque “de todos se puede aprender algo, nadie es inservible”. El séptimo, recoge una reflexión sobre el valor de la paz. En una sociedad, todos deben sentirse “en casa” – escribe el Papa –. Por esta razón, la paz es un “oficio” que involucra y concierne a todos y en el que cada uno debe desempeñar su papel. Y ligado a la paz está el perdón: se debe amar a todos sin excepción, dice la Encíclica, “pero amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable”. 

La pena de muerte, inadmisible 

Francisco expresa una posición igualmente clara sobre la pena de muerte: es inadmisible y debe ser abolida en todo el mundo. “Ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal – escribe el Papa – y Dios mismo se hace su garante”. Así, hace dos llamamientos: no ver el castigo como una venganza, sino como parte de un proceso de reinserción social, y mejorar las condiciones de las prisiones, respetando la dignidad humana de los presos, pensando también que la cadena perpetua “es una pena de muerte oculta”. En el octavo y último capítulo, el Pontífice se ocupa de “Las religiones al servicio de la fraternidad en el mundo” y reitera que la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas, sino en sus deformaciones. Finalmente, recordando a los líderes religiosos su papel de “mediadores” que se dedican a construir la paz, hace alusión al “Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común”, firmado por él el 4 de febrero de 2019 en Abu Dabi, junto con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb: de este hito del diálogo interreligioso, el Pontífice recoge el llamamiento para que, en nombre de la fraternidad humana, se adopte el diálogo como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento mutuo como método y criterio.

Documentos que puede leer y descargar para conocer la nueva Encíclica

*Imagen de la noticia: Vatican Media

presentación infante

El trascoro de la Catedral de Segovia ha sido el lugar elegido para dar a conocer los resultados del estudio antropológico de los restos del Infante don Pedro. Los encargados de presentar cada detalle de la investigación han sido el Catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta, y el Jefe del Servicio de Radiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, José Luis Martín Rodríguez, presidiendo el acto el Deán de la Catedral de Segovia, Ángel García Rivilla. No ha podido estar presente finalmente la Catedrática de Antropología Física, Inmaculada Alemán Aguilera, encar-gada de esta primera fase de la investigación.

Tras varios meses de espera y después de que se descubriera el hallazgo de los huesos el 18 de noviembre, se anunciaban los resultados finales en torno a la edad del Infante y patologías previas. Según el informe antropológico, los tres huesos encontrados corresponderían al mismo individuo, el Infante don Pedro, y su edad en el momento de la muerte sería de entre 6 meses y 1 año y medio. Debido al mal estado de los restos óseos hallados, en esta primera fase correspondiente al estudio antropológico no se ha podido especificar el sexo.

Comparación huesos Infante

Otra de las conclusiones extraídas afirma que las alteraciones observadas sugieren que pudiera haber un proceso metabólico que altera el desarrollo y produce estas modificaciones. El Infante, antes de su muerte, podría haber padecido raquitismo. Este diagnóstico se observa en el extremo distal del fémur derecho, así como en el proximal de la tibia, que muestran un claro engrosamiento. Unido al arqueamiento de la diáfisis de la tibia y a la rotación externa de la metáfisis proximal se puede indicar que sufrió esta enfermedad. El estudio también concreta que los tres huesos encontrados se tratarían de un fragmento medial de diáfisis de un fémur izquierdo, el extremo distal de un fémur derecho que conserva la metáfisis y una tibia derecha. 

Para llegar hasta estas conclusiones que aclaran la edad de la muerte del Infante, patologías previas y huesos encontrados, se han llevado a cabo diferentes pruebas desde el área de antropología de la UGR y en el Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico San Cecilio de Granada. En el Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, los trabajos dirigidos por Inmaculada Alemán se han concretado en el estudio comparativo con huesos de individuos de edades similares, procedentes de la colección osteológi-ca depositada en Granada, un modelo tridimensional de los huesos mediante un escáner de superficie, entre otras pruebas.

Desde el departamento de antropología se enviaron los restos óseos para el estudio radiológico al Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico San Cecilio, dirigido por José Luis Martín Rodríguez. En el hospital granadino se realizó una adquisición volumétrica de los huesos mediante un estudio de Tomografía Computarizada con modelo Philips Brillance 64 y una impresión 3D de los restos óseos con grosor de 0,4 mm.

Una vez sometidos los restos a las pruebas mencionadas, los huesos se trasladaron de nuevo al laboratorio de la Universidad de Granada. Para el estudio genético se seleccionó la tibia, único hueso cuya diáfisis está completa, con una longitud de 98,25 mm, debido a su mejor estado de conservación. Esta segunda fase dirigida por el Catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta, aún está en proceso y se informará con los resultados.

Los dos fragmentos óseos restantes fueron llevados de vuelta a Segovia para su inhumación el 20 de diciembre del 2019 en el mismo sepulcro donde se hallaron, dentro del cofre rojo.

El Cabildo Catedral ha ofrecido durante este proceso de investigación y, desde la mayor transparencia posible, toda la información a través de los canales oficiales de la Catedral. Además, el Cabildo agradece a los profesionales involucrados y sus instituciones el trabajo realizado y la estrecha colaboración desde el primer momento.

Aquí puede consultar y descargar el INFORME RADIOLÓGICO y el INFORME ANTROPOLÓGICO realizado a los restos del Infante.

 

Viernes, 02 Octubre 2020 07:42

Octubre 2020

octubre 2020

 

4 de octubre – Domingo XXVII del Tiempo Ordinario

En la vida diaria muchas veces menospreciamos a aquel que tenemos al lado únicamente porque es diferente a nosotros, pero también por orgullo o avaricia, buscando los aplausos para nosotros, un éxito personal; sin darnos cuenta de que somos una gran familia y los logros de unos son los de todos, porque Dios ama a su pueblo, a pesar de nuestras infidelidades y nos elige siempre. La diferencia está en nosotros y en nuestra elección, ¿vivimos confiados en su Corazón, sin que nada nos preocupe, porque sabemos que la paz de Dios supera todo juicio, custodia nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús? Es el momento de poner en práctica todo aquello que, por pura misericordia, se nos ha dado y hemos aprendido. No nos quedemos con este regalo para nosotros y salgamos a anunciarlo, para que no se pueda decir que desechamos la piedra angular y que, por no llevar a cabo la Voluntad de Dios, lo que hoy es nuestro será de otros que den auténticos frutos de justicia, amor y verdad.

11 de octubre – Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario

En ocasiones tenemos todo ante nosotros y nosotros nos giramos en dirección opuesta para fijar la atención en espejismos y distracciones, engaños. Sin embargo, Dios sale a nuestro encuentro, al encuentro de todos, sin distinción, pidiendo únicamente nuestra confianza, una confianza absoluta para poder decir: todo lo puedo en Aquel que me conforta; porque su bondad y su misericordia me acompañan. Si esto es verdad, ¿a qué viene el dudar del Señor, el ponerle a prueba y no acudir a la cita con el corazón bien dispuesto y preparado? Puesto que, si te fías, te fías, no hay doblez, ni oscuridad; tan solo hay una ardiente petición que grita a Dios, pidiendo la luz para comprender la esperanza a la que realmente nos llama y sabiendo que su mano reposa sobre nosotros, de tal manera, que provee a todas nuestras necesidades conforme a su riqueza en Cristo Jesús.

18 de octubre – Domingo XXIX del Tiempo Ordinario

El Señor es grande y en su grandeza nos ha elegido, nos ha tomado de la mano y hace que brillemos como lumbreras en este mundo, manteniendo firme la Palabra de la Vida. Hace de nosotros verdaderos servidores de su Palabra, enviándonos con la fuerza del Espíritu Santo, para que anunciemos la Buena Noticia de su Amor, con corazón limpio, con convicción. Siendo sinceros en nuestro pensar y veraces en nuestro obrar, con la esperanza puesta en Cristo Jesús, dejando que el Espíritu se manifieste sin ataduras, porque sabemos distinguir lo que es del mundo y nos propone, y lo que es de Dios y Él nos pide.

25 de octubre, san Frutos – Domingo XXX del Tiempo Ordinario

La situación que vive nuestra sociedad actual es desgarrante y nosotros, por miedo al diferente, por miedo a perder nuestra seguridad, nos damos la vuelta ante el sufrimiento del hermano. Sin embargo, Dios, que es compasivo, escuchará su grito, y entonces, nos pedirá cuentas de ese amor que le decimos prodigar. Nos hablará nuestro primer sí, cuando al ver nuestra pobreza decidimos servir al Dios vivo y verdadero, abandonando todo aquello que nos separa de Él. Y nos volverá a preguntar: ¿De verdad me quieres servir? ¿De verdad quieres permanecer a mi lado? ¿De verdad me amas sobre todas las cosas, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser? Y nuestra respuesta seguirá siendo sí, y Él nos responderá: “ama a tu hermano, atiende su dolor, alivia su sufrimiento y acógele, incluso con su pecado, porque así, guardarás mi Palabra y Yo viviré en ti”.

Hna. María de Gracia del Río Villodres

Jueves, 01 Octubre 2020 10:29

REVISTA DIOCESANA OCTUBRE 2020

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Rutas para descubrir las Hoces del Río Duratón


Coincidiendo con la celebración de «El Tiempo de la Creación» (del 1 de septiembre al 4 de octubre) y con el V Aniversario de la Encíclica ‘Laudato Si’, la Diócesis de Segovia convoca el I Concurso de Fotografía «Tiempo de la Creación», con el objetivo de admirar la belleza de la creación y prestarla atención, captar sus detalles y concienciar de que el cuidado de la creación es responsabilidad de todos.

 

El objetivo es que los participantes, a través de las fotografías que presenten, muestren la concienciación, sensibilización y actuación de la sociedad en general y de cada uno de sus componentes, con independencia de su edad o de cualquier otra característica personal o social, para que protejan su entorno (ya sea el medio natural, rural o urbano) y adopten actitudes que favorezcan un desarrollo sostenible y solidario de nuestra provincia.

De esta forma, el concurso versará sobre «El Jubileo de la Tierra»: demos a nuestra tierra su tiempo, cesemos en la explotación indiscriminada de sus recursos, observemos la íntima relación y dependencia entre la tierra y el ser humano.

Los participantes podrán acceder a una de las tres categorías propuestas: infantil (de 6 a 11 años), juvenil (de 12 a 17 años) y adulta (de 18 años en adelante) y podrán presentar un máximo de dos fotografías por persona. Así, se concederá un premio para cada categoría, consistiendo en la entrega de un ejemplar de la Encíclica ‘Laudato Si’ y la cantidad de 100 euros en categoría infantil, 200 euros en juvenil y 400 euros en la categoría adulta.

Como requisito indispensable, las obras presentadas tienen que ser originales e inéditas y habrán sido realizadas en cualquier lugar de la provincia de Segovia. Además, no se admitirán fotografías manipuladas digitalmente, ni virajes de color o montajes fotográficos.

 Las fotografías podrán presentarse o enviarse, acompañadas de la documentación personal requerida, hasta el próximo 24 de mayo de 2021 en la sede del Obispado de Segovia, calle Seminario, 4, 40001 Segovia con horario de entrega, de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00h.

Los premios se entregarán el viernes 18 de junio de 2021 (día de presentación de la encíclica ‘Laudato Si’) y, posteriormente, todas las fotografías permanecerán expuestas en el Museo Diocesano del 21 de junio al 15 de julio.

Puedes consultar y descargar las bases completas aquí o en el banner que aparece en la columna derecha de la página principal de nuestra web

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El día 1 de septiembre la Iglesia celebraba, por deseo del Papa Francisco, la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, e iniciaba el Tiempo de la Creación que culmina este 4 de octubre en memoria de san Francisco de Asís. La sensibilidad actual hacia la ecología ha puesto la creación en el centro de la reflexión teológica, aunque hay que decir que no es ninguna novedad, dado que en la Biblia y en la enseñanza de la Iglesia la teología de la Creación es uno de los goznes sobre los que gira el pensamiento católico. La creación que Dios puso bajo el cuidado de Adán y Eva es, como se dice ahora, la «casa común» que debemos proteger de todo pillaje, atropello, deterioro y, en último término, aniquilamiento.

El hombre no es dueño de lo creado; sólo su custodio y protector. Los atentados contra lo creado se convierten en pecados contra el Creador y contra el mismo hombre. Según el papa Francisco, este Tiempo de la Creación es «un tiempo sagrado para recordar, regresar, descansar, reparar y alegrarse». Deseo hacer algunas consideraciones siguiendo la cadena de estos verbos.

Tiempo para recordar que la creación salida de las manos de Dios no está llamada a la destrucción sino a la vida más allá de este tiempo de la historia humana. Dios no ha creado nada para la muerte, sino para la vida. Y de la forma que sólo Dios conoce, también la creación será glorificada cuando Dios consume su obra. Así lo dice san Pablo en su genial capítulo 8 de la carta a los Romanos que presenta a la creación gimiendo por la esclavitud a la que le somete el pecado del hombre y ansiando verse libre de su tiranía.

Tiempo para regresar a la conciencia de ser criaturas de Dios, hechos a su imagen y semejanza. Sólo si vivimos la adecuada relación con el universo en nuestra vocación de custodios, nunca de dominadores absolutos, podemos conducirlo hacia su meta final. En este sentido, es muy actual lo que dijo Benedicto XVI en el Parlamento alemán: «Hay también una ecología del hombre. También el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo. El hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza, y su voluntad es justa cuando él respeta la naturaleza, la escucha, y cuando se acepta como lo que es, y admite que no se ha creado a sí mismo. Así, y sólo de esta manera, se realiza la verdadera libertad humana». ¿No hay cierta hipocresía al hablar de la ecología y asumir, no obstante, ideologías que cercenan la ecología humana?

Tiempo para descansar, porque la creación no ha nacido de las manos de Dios para condenar al hombre a un trabajo exhaustivo y esclavizante en el que la única meta es la explotación egoísta de los recursos naturales. Dios descansó el séptimo día y, contemplando su obra, vio que era buena y bella. El hombre debe también descansar y optar por estilos de vida que compaginen el trabajo con la admiración y contemplación de lo creado.

Tiempo para reparar y alegrarse. Necesitamos reparar el mal hecho con una nueva, respetuosa y benéfica relación con la creación. Para ello, como dice el Génesis, debemos tener en cuenta que el pecado original ha introducido en nuestra naturaleza un germen de dominio que corrompe nuestra vocación de custodiar la naturaleza, a la que servimos si no borramos de nosotros la imagen de Dios. Entonces, la reparación del mal nos inundará de gozo y cantaremos con toda la creación al Dios que nos ha llamado a la vida que trasciende la muerte. Si el universo, por sí mismo, canta la gloria de Dios, unámonos a su alabanza como hizo san Francisco de Asís.

 

+ César Franco
Obispo de Segovia

el parral

Los monjes jerónimos han recibido una carta del Papa Francisco. En ella, el pontífice les transmite un mensaje de aliento «para fortalecer y alentar la vida contemplativa jerónima en estos momentos de decaimiento en los que se encuentra», según asegura el prior de Santa María del Parral, fray Andrés García Torralvo. Unas palabras trasladadas a la orden con motivo del XVI centenario del óbito de san Jerónimo.

Fray Andrés revela que este escrito «tiene su historia», puesto que el año pasado, la familia jerónima escribió a Francisco una misiva. En ella, le recordaban que hace un siglo, el 15 de septiembre de 1920, su predecesor Benedicto XV escribió la Encíclica ‘Spiritu Paraclitus’ alentando al pueblo cristiano a la lectura de la Palabra de Dios. Además, ponía a san Jerónimo como ejemplo y modelo de esta pasión por la lectio divina y su aplicación a la vida.

Por este motivo, los jerónimos consideraron que podía ser un buen momento para recibir unas palabras de aliento del obispo de Roma. Así, el 30 de septiembre pasado, celebración del día de san Jerónimo, el Santo Padre dirigió a los cristianos la carta apostólica ‘Aperui Illi’ (‘Les abrió al entendimiento’).

«Creíamos que ese escrito era la respuesta a nuestra petición, pero ahora nos sorprenden gratamente sus palabras cercanas y alentadoras, que acogemos con venerado agradecimiento», destaca el prior de El Parral. Sirve esta misiva para festejar con gozo la fiesta de san Jerónimo el próximo miércoles día 30, puesto que, a causa de la pandemia, los monjes de Santa María del Parral no harán celebración especial.

Los jerónimos en Segovia

La pequeña comunidad de monjes jerónimos que habita actualmente en el monasterio de El Parral, con el prior fray Andrés García Torralvo al frente, es la última que queda en el mundo. Una comunidad «pequeña, humilde, escondida y recogida», como escribió en el siglo XIV el jerónimo portugués Beato Lorenzo.

 La orden de san Jerónimo tiene su origen en Castilla en el silgo XIV con la idea de seguir los pasos de su inspirador. Tras años de esplendor, a finales del siglo XIX la orden se quedó sin miembros, iniciándose en 1915 los procesos para su restauración. Así, diez años después llegan los primeros postulantes de la Orden Jerónima al Parral. 

A partir de 1926 se llevan a cabo la recuperación de edificios y las restauraciones, las cuales se abandonan en 1931, quedando en el monasterio cinco monjes. Tras la guerra civil, en 1941 se comienza a recrear la orden convirtiéndose Santa María del Parral en la casa madre.

Poco a poco, desde la restauración de la orden, los monjes fueron recuperando los bienes dispersos (como la librería del siglo XVIII que se hallaba en el Archivo Municipal) hasta llegar a la actualidad donde la comunidad de la congregación de la Orden de San Jerónimo de El Parral es la última que persiste en todo el mundo.

LEA Y DESCARGUE AQUÍ LA CARTA ENVIADA POR EL PAPA FRANCISCO A LA ORDEN JERÓNIMA

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Durante mis estudios teológicos en el seminario recuerdo que me llamó la atención un texto del teólogo protestante K. Barth que hablaba de María en relación con la Iglesia. Es sabido que nuestros hermanos de la Reforma no aceptan los dogmas marianos porque implican que el hombre puede colaborar con Dios en la obra de la salvación. Para ellos, la «sola fe» basta para salvarse. Pues bien, me sorprendió leer en K. Barth que el pensamiento católico sobre la Virgen explicaba perfectamente lo que el Concilio Vaticano II había querido hacer al presentar la Iglesia como la comunidad de creyentes que colabora con Dios en la salvación de los hombres. Así es. Si tenemos que simplificar los dogmas sobre María en una sola idea, podemos decir que es la obediencia de la fe mediante la cual se pone a plena disposición de Dios. Me gusta mucho pensar en María como la oyente de la Palabra de Dios que se ha hecho, por la obediencia, totalmente disponible para Dios. No encuentro mejor definición del cristianismo que ésta, dado que fue precisamente lo que hizo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María: hacerse obediente a la voluntad del Padre para cumplir su misión.

En las representaciones de la Anunciación abunda la que presenta a la Virgen con un libro abierto en sus manos. Ese libro es la Palabra de Dios. Cuando Gabriel saluda a María, según esta representación, la encuentra leyendo la Palabra de Dios, que es el camino seguro para conocer su voluntad. A nuestros hermanos evangélicos esta imagen les gustaría mucho, teniendo en cuenta que el centro de su fe está en la «sola Escritura». Leyendo la Palabra de Dios, María ha modelado su corazón según las palabras reveladas y cuando canta las alabanzas de Dios nos deja el hermoso himno del Magnífica que es una serie de citas bíblicas encadenadas unas a otras como si fuera un pequeño breviario de la Escritura. Esa es María, la que vive de la Palabra de Dios y alaba a Dios con palabras suyas.

La sobriedad con que los evangelios hablan de María no va en demérito de sus autores y, ni mucho menos, de María, Pocas palabras sirven más que largos discursos. Ya decía Miguel de Cervantes que «no hay razonamiento que, aunque sea bueno, siendo largo lo parezca». Los evangelistas nos han dejado lo esencial sobre María y el retrato que nos ofrecen de la Madre de Jesús es fascinante por su sencillez y agudeza. Para hacerlo se han servido siempre de la Palabra de Dios, quizás para enseñarnos que la Madre del Verbo solo puede ser descrita, cantada y alabada con Palabras de la Escritura. ¿Acaso es muy osado pensar que muchas de las cosas que Jesús dijo de adulto las aprendió de ella? Si al encarnarse en sus entrañas, ya oyó decir a su madre: «he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra», no debería sorprendernos que Jesús, el Maestro, hablara tanto de cumplir la voluntad de Dios y de guardar los mandamientos de su Padre. Cuando en las bodas de Caná, María dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga», está evocando —según los estudiosos— las palabras conclusivas de la renovación de la alianza que dijo el pueblo de Israel: «Haremos todo lo que ha dicho Yahvé». Si fuese así, María estaría señalando a Jesús como el que viene a establecer una alianza nueva y definitiva, cuyo símbolo es el vino mejor que ofrece a los comensales de la boda. ¿Se puede decir más bellamente quién es la Madre de Jesús? Retratada con palabras de la Escritura, se entiende que san Agustín, comentando el Magníficat, exhortara así al cristiano: «Canta y camina». Es un bonito lema para vivir la fe y caminar en estos tiempos duros de pandemia: Cantar con María y caminar con ella. Así festejaremos bien a Nuestra Señora de la Fuencisla.

 

+ César Franco
Obispo de Segovia

 

 

teresa esquiliche manos unidas

 

La segoviana Teresa Esquiliche Vázquez será la nueva presidenta delegada de Manos Unidas en Segovia durante los próximos tres años, según el nombramiento efectuado por el obispo de la diócesis, D. César Franco Martínez.

            Esquiliche toma el relevo de Rosa Contreras Hernández al frente de la organización tras haber cesado en su cargo por haberse cumplido el tiempo reglamentario de su mandato. La ya expresidenta cede el liderazgo de una organización a la que se ha dedicado con empeño y en la que ha sacado adelante diferentes proyectos durante los últimos años.

            Para Teresa, este nombramiento supone “la culminación del esfuerzo de años en ayudar a los demás”. Así, se muestra optimista y esperanzada en poder continuar con la labor de Manos Unidas en la diócesis y desarrollar nuevos proyectos en los próximos años.

 

 

Trayectoria

            Aunque segoviana de nacimiento, Teresa Esquiliche Vázquez reside en la actualidad en Garcillán, donde tiene el cargo de Juez de Paz y es miembro de la cofradía de las Cinco Llagas. Casada y sin hijos, asegura tener una familia muy numerosa, educada en la Fe cristiana.

            Ha trabajado con mayores y niños, desempeñando su labor en la residencia de Cáritas, en el hogar centro de la tercera edad o en los campamentos urbanos de la Escuela Diocesana de Tiempo Libre (EDETIL). Además, ha hecho voluntariado en San Vicente de Paúl y en el centro penitenciario de Segovia.

            Su trayectoria solidaria también la sitúa en la repartición de alimentos para familias necesitadas, ayudando a través de las redes sociales a ‘Segovia solidaria’.

            Y también participa en proyectos para Senegal, buscando financiación por diferentes vías, como los rastrillos solidarios o su aportación económica anual a una niña en Shangué para que pueda tener una educación académica durante todo el curso.

            Todo un currículum solidario que espera continuar ampliando con su labor al frente de la delegación diocesana de Manos Unidas durante el próximo trienio.

Manos Unidas

            Manos Unidas es la ONG española de desarrollo de la Iglesia Católica, formada esencialmente por voluntarios, que trabajan en estrecha colaboración con 58 los pueblos del Sur para su desarrollo, así como para la sensibilización de la población española. Su misión es luchar contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de educación en aquellos países con necesidades acuciantes.

            La principal línea de actuación de la organización es la Educación para el Desarrollo, dirigida a sensibilizar sobre la realidad de los países con los que se colabora. Unida ésta a la posterior financiación de proyectos (desarrollo, agrícolas, sanitarios, educativos, sociales y de promoción de la mujer) cuyo fin es ayudar a la liberación integral de los habitantes de esas regiones.

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