EL VICARIO GENERAL DE LA DIÓCESIS RECIBE LA MEDALLA DE LA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA

Don Ángel Galindo García, vicario general de la Diócesis de Segovia, ha recibido esta mañana en el Ministerio de Asuntos Exteriores la Medalla de la Orden de Isabel la Católica. Una condecoración que le ha sido otorgada en consideración a su labor en universidades de China e Hispanoamérica, así como a su servicio a los Santos Lugares a través del Patronato de la Obra Pía, al que pertenece al ser presentado por la Conferencia Episcopal Española.

            Para el vicario general, este reconocimiento supone «una confirmación de la satisfacción que siempre he sentido sirviendo a la Iglesia y a la sociedad civil». Además, destaca que el hecho de que la consideración provenga de una institución civil «muestra mi convencimiento de que los valores cristianos han de resplandecer dentro del mundo y del ámbito, en este caso intelectual y de ayuda social, de la sociedad civil».

            Don Ángel es catedrático universitario y fue rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, ámbito que pone de relieve a la hora de afirmar que «el Patronato de la Obra Pía de los Santos Lugares realiza un servicio loable en favor de la cultura y de la ayuda a los marginados, especialmente palestinos y musulmanes, donde he aportado los valores que he recibido del mundo universitario. En este sentido, este galardón es fruto de mi presencia en universidades chinas e hispanoamericanas. Por ello, agradezco este acto de fraternidad que nace del Ministerio de Asuntos Exteriores».

            Finalmente, el vicario general agradece también haber podido disponer del tiempo necesario para estas labores: «Aprovecho para agradecer a la Diócesis de Segovia por haberme liberado de tareas pastorales para poder servir desde la universidad a la Iglesia universal», concluye.

 

VICARIO GENERAL MEDALLA OIC2WEB

 

Orden de Isabel la Católica

La Real Orden de Isabel la Católica es una distinción de nuestro país que se remonta a 1815, cuando fue instituida por el rey Fernando VII bajo la denominación de Real y Americana Orden de Isabel la Católica. El objetivo, premiar la «lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad de aquellos territorios».

            No fue hasta 1847 que se reorganizó para tomar la denominación actual. Más recientemente, en 1998, se aprobó su reglamento por real decreto. En él, se establece que su función hoy en día es «premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por españoles y extranjeros, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional».

            Esta Orden depende del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, siendo su gran canciller el ministro que ostente tal cargo. El gran maestre es el rey de España.