CARLOS: «MARÍA ES EJEMPLO Y APOYO PARA TODOS LOS CREYENTES»

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CARLOS, catequista en San Cristóbal de Segovia; miembro del equipo diocesano de pastoral juvenil y del equipo diocesano de pastoral universitaria

 

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

Cuantas personas han respondido ya a esta pregunta… Intento no caer en el tópico, pero no queda otra “el estado de alarma ha supuesto un antes y un después en nuestras vidas”. Esta triste crisis social y sanitaria en mayor o menor medida está trastocando nuestro “día a día”. En mi caso particular como estudiante si ha habido notables repercusiones, puesto que el rector de la universidad a los pocos días del confinamiento hizo pública la suspensión total de la docencia presencial. ¿Qué quiere decir esto? Que mi formación académica, mis entregas, mis tareas y mis trabajos siguen, pero desde casa. Cada día a las 9h de la mañana toca encender en ordenador, enfocar la cámara y tomar apuntes. Nuestra formación sigue para garantizar un fin de curso de la mejor manera posible.

Por lo demás, casa, casa y mas casa. Disfrutar de nuestros seres queridos, hacer tantas labores que siempre quedaban pendientes y, por qué no, iniciar la pastoral del teléfono. Preocuparse por tantas personas que siempre han estado y están ahí (abuelos, vecinos del pueblo, amigos, compañeros de clase, familias de catequesis…), ver cómo están, disponerse a escucharlos, dar consuelo, ofrecer tu oración.

  • ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

La Iglesia a lo largo de la historia ha pasado por situaciones sensibles como esta y en todas ha salido al encuentro del más necesitado. Aunque gran parte de los medios de comunicación no hagan visible esta gran verdad, la Iglesia siempre está ahí; y creo que ahora que disponemos de acceso a multitud de información a través de las redes sociales ha sido evidente y demostrable. ¡Que bellos titulares de ejemplos de entrega, caridad y sacrificio! Cuantas religiosas preparando mascarillas, cuantos sacerdotes despidiendo en la soledad a seres queridos, cuantos grupos de voluntarios entregando comida, cuantos capellanes en los hospitales, cuantas parroquias emitiendo las eucaristías por directo, cuantos mensajes consoladores de nuestro Papa Francisco, de nuestros obispos…

  • ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

Los padres antes y después de la pandemia han sido, son y serán los primeros y principales educadores de la Fe de sus hijos. Los catequistas, meros ayudantes. Ahora igual, las familias saben dónde estamos, cómo contactar con nosotros… Como ejemplo, este año en mi parroquia soy catequista de cuatro grupos (7/8 años, 11/12 años y dos grupos de adolescentes) y doy gracias a Dios por haber hablado con la mayoría familias, comprobar que están bien, intentar dar consejo, transmitir tranquilidad. Ante todo, hacerles ver que parroquia sigue ahí, que los sacerdotes siguen rezando por todos nosotros. ¡Confiemos en Dios!

  • ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

La Fe está siendo un gran consuelo, para mi y espero que para muchos. Confió en Dios y en cualesquiera que sea su propósito de todo esto, vamos a salir fortalecidos y, ojalá, con un corazón renovado. No sabemos lo que tenemos hasta que llegan situaciones así, apreciaremos lo que jamás pensamos que echaríamos de menos.

  • ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

En situaciones difíciles como estas, y de manera especial las que están pasando tantas familias, buscamos una explicación para todo. La fe nos ayuda a encontrar las respuestas: confía, ten esperanza, abre tu corazón a la voluntad de Señor.

  • ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Están siendo semanas de recogimiento, de indagar en nuestro interior, de descubrirnos a nosotros mismos, de conocer nuestra autentica relación con Dios. El Señor está haciendo de las suyas, está tocando nuestro corazón, estoy seguro. Vivimos en una sociedad muy ajetreada, nuestras rutinas a veces nos asustan. ¿Teníamos, acaso, presente al Señor antes? Aprovechemos ahora, es una oportunidad que no deberíamos dejar perder.

  • ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Cada día que pasa, descubro algo. La semana pasada, hablando por teléfono con una madre del pueblo que ha perdido a su padre se me abrió el corazón. Que ejemplo de sencillez y humildad oír a esa mujer cómo estaba llevando la pérdida. Me vino un pensamiento, que rondaba varios días por mi cabeza: “No somos nada” ¿Cuántas veces nos creemos imprescindibles o necesarios? Ahora, un bichito que ni vemos puede con un país entero, detiene a miles y miles de personas, ¿qué pasa ahora? Tantos famosos, adinerados, influencers encerrados en casa igual que tú y yo. ¿Quién está sacando ahora el país adelante? Los mas olvidados, los enfermeros, médicos, empleados de supermercados, policía, basureros… ¡Qué gran cura de humildad!

  • ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás?

Ojalá pudiera saberlo con certeza, ahora solo puedo confiar. Espero y deseo que el ser humano y la sociedad haya aprendiendo mucho y que estas grandes enseñanzas perduren en el tiempo.

  • La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

Me gustaría responder a esta pregunta con una popular canción del cancionero de misa “Juntos como hermanos”. Una de las estrofas dice: “La iglesia en marcha está, a un mundo nuevo vamos ya, donde reinará el amor, donde reinará la paz”. La Iglesia es santa y su misión siempre evangelizadora, siempre está en marcha. Creo que estamos haciendo lo que podíamos hacer, desde luego con la mejor voluntad e intención.

  • Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

Mi versículo favorito es “Yo estoy contigo” (Is 43, 2) y creo que es muy apropiada para estos días, pero estamos en un mes especial: el mes de mayo, el mes de nuestra madre, la Virgen María. Ella es imprescindible para todos nosotros, y yo de manera especial la he tenido muy presente estas semanas. Ella no tuvo una vida fácil, se la presentaron muchas dificultades, por eso María es ejemplo y apoyo para todos los creyentes: nos impulsa a no desalentarnos ante esta pandemia. Me piden que escoja una imagen para acompañar este cuestionario, yo elijo esta imagen junto a los pies la Virgen de la Fuencisla, madre de los segovianos. Me encomiendo a ella, con fe y esperanza espero poder vivir este mes de septiembre su festividad, señal de que todo esto ya habrá concluido.