MARTA: «TENEMOS MÁS SED Y HAMBRE DE DIOS QUE NUNCA»

marta fuente

MARTA, seglar y catequista de la parroquia de Palazuelos de Eresma

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?.

Ha cambiado en todos los sentidos. A pesar de la dificultad y crueldad del momento, en mí caso, vivo este tiempo como una oportunidad, se ha producido un paréntesis en mi vida que agradezco, ya que dispongo de un tiempo reposado que antes no tenía y esto me permite reflexionar y rezar más.

  • ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

El papel de la Iglesia tiene que ser siempre el mismo. Si bien, dada la gravedad de este momento, su labor, a pesar de las dificultades y limitaciones tiene que ser y es, en muchos casos, más intensa, más entregada y más generosa.
Siendo consciente de que Iglesia somos todos, no dejo de preguntarme, si estamos haciendo lo suficiente, tanto desde el punto de vista espiritual, como material.

  • ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?.

En mi caso he tratado de rezar más y de otra forma con mis hijos y de animarles a que participar en las Eucaristías y celebraciones religiosas durante la Semana Santa.
Como catequista, mi experiencia es que, en aquellos hogares donde no hay fe, nada ha cambiado con el estado de alarma, si algo han hecho los padres para formar un poco en la fe de sus hijos ha sido por la insistencia y motivación de los catequistas, no por iniciativa propia.

  • ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

En todos los sentidos. En este tiempo me he preguntado muchas veces cómo interpreta todo esto una persona que no tiene fe y sobretodo cómo lo soporta. Dios escribe recto con renglones torcidos.

  • ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

Si nos enfrentamos a la pandemia con ojos humanos todo sería insoportable, imposible de entender y de sobrellevar. Si confiamos en Dios, sabemos que antes o después y a Su manera, todo tiene una lógica, Su lógica.

  • ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Sin duda, no conozco a ninguna persona de fe, que no me haya comentado que está rezando, meditando, leyendo escritos, libros, artículos, religiosos, más que nunca.
Además nos estamos acercando más al dolor y a la necesidad ajena olvidándonos de los problemas y dificultades propios.
Creo que tenemos más sed y hambre de Dios que nunca.

  • ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Si, tanto en creyentes, como en no creyentes, está sacando lo mejor nosotros mismos, y no tengo duda de que personas de fe un tanto “dormida”, de alguna forma y en algún momento, han vuelto o volverán, su mirada a Dios.

  • ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás?

Creo que habrá un gran cambio a mejor, en un número muy importante de personas, pero no será general o universal. Cambiarán muchas personas, pero no las sociedades, pienso que no cambiará la forma de gestionar, ni de gobernar.
Habrá una especie de “revolución” individual, o interna, pero no social o externa.

  • La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

Efectivamente se ha hecho un gran esfuerzo en general, por acercarse a la gente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, esto es necesario, especialmente con las Eucaristías, pero no es suficiente. La verdadera labor evangelizadora, la que deja huella, por la fuerza del ejemplo y del testimonio, es la que se hace a pie de calle: junto a los enfermos, los moribundos, las familias, la gente que pasa necesidades materiales etc.

  • Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

“Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mateo 28- 16,20