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MARI CARMEN: «TODA LA COMUNIDAD SE UNE EN EL SACERDOTE QUE CELEBRA EN SOLITARIO»

CARMEN CIAURRIZ

CARMEN, catequista y celebradora de la Palabra. Arciprestazgo Sepúlveda-Pedraza

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

El día a día ha sido como un "tiempo sabático" transitorio que me ha regalado un mayor encuentro con Dios en la oración, unida en la distancia, a muchos hermanos y en especial a quienes atraviesan esta enfermedad.

  • ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

Veo el papel de la Iglesia: 

  1. En los trabajadores, donde la fe, la esperanza y la caridad pasaban por sus manos, cuidando, acompañando a los enfermos y a su soledad y en la respuesta del voluntariado y de redes solidarias
  2. En las Eucaristías, donde toda la comunidad se une en el sacerdote que celebra en solitario
  3. En la iglesia doméstica que ha mergido en los hogares
  4. En el Triduo Pascual, vivido en esa iglesia doméstica, uniendo el dolor del mundo a la Pasión de Cristo y a la esperanza en la Resurrección
  • ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

Participo en un proyecto de Catequesis Famililar, en el que los padres son los catequistas que inician y acompañan a sus hijos en la experiencia de "encuentro" con Jesús. Y creo que este tiempo ha sido "un tiempo favorable", porque familiarmente han podido explicar, compartir, llenar de gestos y de significado las celebraciones de Cuaresma y Pascua vividas desde casa.

  • ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación? ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

La fe nos hace descubriri el verdadero rostro de Dios que está en nuestro interior. No nos hace las cosas más fáciles, el impacto exterior se sufre igual, pero la riqueza interior refuerza y ayuda a nuestra capacidad de resiliencia. No es una vacuna, es reconocerse acompañado, guiado, sostenido en su amor, en su fuerza, en su misericordia y en su promesa de vida.

  • ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Este tiempo de mayor silencio, de oración, de celebraciones seguidas desde casa, de relectura de la realidad que nos ocupa, es otro "tiempo favorable" para acoger la Palabra, para profundizar y para la Contemplación. Porque cuando faltan palabras, parece imposible lo que sucede, el dolor muerde o la tristeza de abraza, se albre el "CALLO Y CONTEMPLO". Y Dios entra, y Dios habla.

  • ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Está por ver. La crisis sanitaria dará paso a la socio económica que viene ya. Me gustaría pensar que seremos capaces de dar un paso más hacia la madurez humana, hacia la felicidad humana, que bien sabemos, no está en poseer (lo estamos experimentando), sino en ser con los demás. Y esto sería un paso de elefante. Este virus nos ha tocado y en parte desinstalado de nuestra vanidosa seguridad. Y sí, espero que podamos dar el primer paso para el cambio.

  • ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás?

Estamos en tiempo de Pascua. En los orígnenes, la Iglesia crecía con las personas "contagiadas" del mensaje de "vida nueva" de Jesús que se les anunciaba. Ellos entendieron que su fe en el resucitado exigía cambios en su estilo y forma de vivir. Una nueva vida, no una quimera, sino realidad, que como grano de mostaza crece y crece según caminamos. Por eso creo posible que igual que ellos, todas las personas podremos caminar hacia esa nueva vida más plena. Y nosotros, llamados a ser testigos como aquellos primeros cristianos.

  • La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

Ha ayudado en la nueva experiencia de iglesia doméstica, "en casa". Creo que el Triduo sin procesiones no ha generado falta de vivencia, sino mayor seguimiento de las Celebraciones y Viacrucis. Se ha mantenido conexión con grupo de jóvenes y niños de Catequesis en la distancia, positivamente. Asimismo, es positivo que, sin acudir a los medios, muchos grupos y comunidades han vivido, en comunión, desde la oración y escucha de la Palabra, este tiempo fuerte que ha supuesto la Pascua.

  • Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

"Jesús en persona se acercó y se pueso a caminar con ellos. Pero sus ojos estaban ofuscados y no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿qué conversación es la que lleváis por el camino? Ellos se detuvieron entristecidos (...) Y les explicó lo que decían de Él las Escrituras" (Lc 24, 15b-17a.27) Elijo esta cita porque Dios no deja que se destruya su fuerza salvadora y lo mismo que a los discípulos, se "acerca de puntillas" y camina junto a nosotros. Acompañará las semillas de vida nueva que vayamos sembrando.