Sábado, 04 Junio 2016 08:33

Muerte y vida

 

            El encuentro de Jesús con la viuda de Naím, cuando ésta se dirigía a enterrar a su único hijo, es una escena que dramatiza de modo sencillo la afirmación de Cristo: Yo soy la Resurrección y la Vida. Escribo con mayúsculas estas últimas palabras porque Jesús no habla de una resurrección y vida para este mundo pasajero, sino para la eternidad. Es decir, Jesús está hablando de sí mismo con categorías divinas. No es un taumaturgo compasivo sin más. Es Dios mismo en acción. El Dios capaz de dar la vida a un muerto y devolvérselo a su madre, como dice el evangelio, no se compadece sólo de aquella pobre viuda, que quedaba sin

Viernes, 27 Mayo 2016 13:04

Amor de los Amores

 

Carta pastoral con motivo de la solemnidad del Corpus

            Cuando la Iglesia habla de caridad se piensa inmediatamente en la institución de Cáritas. Es lógico: la acción caritativa de la Iglesia tiene un prestigio social que supera las fronteras de la misma Iglesia, puesto que, a la hora de practicar la caridad, la Iglesia no distingue entre credos, razas ni otras diferencias sociales. La caridad es universal o no es caridad.

Sábado, 21 Mayo 2016 13:21

Contemplad el rostro de la misericordia

El domingo de la Santísima Trinidad, que este año se celebra el 22 de Mayo, es la Jornada de oración por las comunidades de vida contemplativa. El lema de este año hace referencia al Jubileo de la Misericordia: «Contemplad el rostro de la misericordia». La vida contemplativa en la Iglesia se explica como una llamada a contemplar el rostro de Cristo, en el que brilla la misericordia del Padre.

La vocación a la vida contemplativa no se entiende en una sociedad y cultura como la actual caracterizadas por una crisis profunda de la interioridad y por un activismo que impide al hombre valorar el silencio, la soledad y la verdadera acción del Espíritu que habita en nosotros. El hombre,

Viernes, 13 Mayo 2016 07:26

La Iglesia es católica

El domingo de Pentecostés nos recuerda que la Iglesia es católica, es decir, universal. No podía ser de otra manera. Si Cristo es el mediador definitivo entre Dios y los hombres, su Iglesia tiene que estar abierta a todos los pueblos. Por eso, en el relato del libro de los Hechos sobre Pentecostés, san Lucas incluye entre los habitantes de Jerusalén a gentes de los pueblos entonces conocidos para indicar que el Espíritu Santo viene para unir a todos los pueblos en la comunidad fundada por Cristo. Desde entonces hasta hoy se han ido incorporando a la Iglesia pueblos y pueblos que han acogido el evangelio. Se puede decir, sin vano orgullo, que la catolicidad es un signo de la autenticidad de la Iglesia de Cristo. Y viceversa, negar la catolicidad es atentar contra la Iglesia de Cristo.

Viernes, 06 Mayo 2016 17:23

Ascender al cielo

El dogma de la ascensión de Jesús a los cielos ha sido uno de los más denostados por los críticos de la Ilustración. Si ya los milagros de Jesús se interpretaron como narraciones inventadas para divinizarlo, su ascensión a los cielos rompía los esquemas del racionalismo ilustrado y fue explicada como pura creación literaria. Sirviéndose del lenguaje mítico, los evangelistas habrían presentado a Jesús subiendo a los cielos mientras los bendecía, como dice el evangelio de es

Sábado, 30 Abril 2016 10:04

La morada y el huésped

 

Las palabras de Jesús en el evangelio de este domingo revelan la originalidad del cristianismo. A punto de partir hacia el Padre, Jesús prepara a sus discípulos para la despedida y les dice esta misteriosa frase: «Me voy y vuelvo a vuestro lado». ¿A qué se refiere Jesús? Ciertamente se va. Retorna al Padre. ¿Por qué dice entonces que vuelve a su lado?

Los discípulos no quedarán solos ni abandonados. No habrá motivo para la cobardía ni el temor: «Que no tiemble vuestro

Viernes, 22 Abril 2016 07:05

Como yo os he amado

 

En su primera encíclica, Redemptor hominis, san Juan Pablo II define la naturaleza del hombre en estos términos: «El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente». Y añade que es Cristo quien ha revelado al hombre su propio ser. ¿Quiere decir esto que el hombre antes de la aparición de Cristo no estaba llamado al amor? ¿Qué en su naturaleza no bullía la necesidad de amar y de ser amado? No, de ninguna manera. Todo hombre ha sido creado por Dios a imagen y semejanza suya, y lleva en sí mismo

Este domingo de Pascua la Iglesia nos invita a mirar a Cristo, el Buen Pastor, que da la vida por las ovejas. He pedido a los sacerdotes que en las eucaristías anuncien mi propósito de abrir el seminario menor para aquellos muchachos que sientan la llamada de Cristo a ser sacerdotes o, al menos, estén dispuestos a discernir si les llama. Segovia sólo tiene en la actualidad un seminarista mayor. Quiere decir que en los años que vienen no serán ordenados sacerdotes al servicio de nuestras comunidades. Además, los sacerdotes envejecen y en breve muchos llegarán a la edad de jubilación sin encontrar relevo. Bastarían estas razones para empeñarnos en abrir caminos y desarrollar iniciativas que respondan a este grave problema diocesano. Pero hay más razones

Viernes, 08 Abril 2016 14:07

El doble aspecto de la fe

Según la tradición, el cuarto evangelio fue escrito por el apóstol Juan. Se le ha llamado «teólogo» y «místico» por la mirada aguda con que penetra en la persona de Cristo y desvela su misterio. Se llama a sí mismo el discípulo al que amaba Jesús; y también el que vio y dio testimonio de lo que sucedió. En el cuarto evangelio aparece en varias ocasiones unido a Pedro. El día de la Resurrección los dos corren al sepulcro y, como era más joven que Pedro, corrió más deprisa y llegó el primero. Por respeto, sin embargo, dejó que Pedro entrara el primero en el sepulcro. En el evangelio de hoy, también están juntos en la aparición de Cristo junto al

Viernes, 08 Abril 2016 11:44

Es el Señor

 

La aparición del Resucitado junto al lago de Tiberíades es una pequeña síntesis del significado de la resurrección. Los apóstoles no estaban preparados para comprender la resurrección, pues, como judíos, la esperaban al fin de los tiempos. Por eso, además de sorprendidos, quedaron desconcertados y tuvieron que reflexionar sobre el nuevo estado de Jesús glorificado. Esta reflexión aparece en los relatos de las apariciones. Cualquier lector avispado que lea la aparición junto al lago se preguntará: ¿Por qué no reconocen a Jesús cuando les pregunta si tienen pescado?