Secretariado de Medios

Secretariado de Medios

san josé

Cáritas Diocesana de Segovia sigue trabajando en estos momentos de dificultad en los que todos estamos inmersos en mayor o menor medida. Momentos de dificultad, si, pero también llenos de esperanza en el ser humano y llenos de iniciativas solidarias, tanto a nivel individual como colectivo. Este es el caso de Miguel, profesor de Educación Física del barrio de San José de nuestra ciudad.

Miguel ha conseguido involucrar a sus compañeras/os del departamento de música del citado instituto, así como al compañero de Sepúlveda y a antiguos compañeros de la comunidad de Madrid a hacer algo por los demás, a través de instituciones como la nuestra y a través del juego.

Ha puesto un reto a sus alumnos, hacer una coreografía y/o play back de la canción Resistiré, que posteriormente le será remitida. Lo pueden hacer a través de la visualización del canal de youtube, en el que varios artistas nacionales la versionan. Cada visita de esta página sirve para recaudar fondos a Cáritas para paliar los efectos del coronavirus a las personas y familias que peor lo están pasando.
También están sensibilizando a sus alumnos y familias sobre las consecuencias que el coronavirus está teniendo en nuestro entorno y nuestras familias y sobre como pueden colaborar con Cáritas y otras instituciones sociales, para que la pandemia no sea tan letal en los vecinos de nuestra ciudad y provincia. De no ser por la ayuda de estas personas y empresas que estamos recibiendo, no podríamos atender a todas las personas que tan mal lo están pasando.

GRACIAS a todos los 'Migueles' que nos están ayudando.


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CAMPAÑA ABIERTA:

Cada GESTO cuenta. GESTOS de Solidaridad. Cáritas Diocesana de Segovia.
DONA en nuestro número de cuenta ES9020387627826000135015
DONA en nuestros teléfonos 921462820 - 921461188
(Concepto Campaña COVID 19)

DECLARACIÓN DEL COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA SOBRE EL DERECHO Y DEBER DE FACILITAR EL ACOMPAÑAMIENTO Y LA ASISTENCIA ESPIRITUAL A LOS PACIENTES CON COVID-19 AL FINAL DE SUS VIDAS Y EN SITUACIONES DE ESPECIAL VULNERABILIDAD

 


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 La crisis generada por la pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba a nuestra sociedad, que está respondiendo de manera ejemplar ante una experiencia de sufrimiento que era inimaginable hace tan solo unas semanas. La excelencia de nuestros profesionales de la salud está sosteniendo un sistema sanitario tensionado día tras día, más allá de sus posibilidades, algo que los ciudadanos han percibido claramente reaccionando con continuas muestras públicas de agradecimiento. 

 

Esta epidemia hace imprescindible el aislamiento de las personas infectadas, lo cual supone añadir a la enfermedad un factor de desconcierto y desgarro familiar del que no teníamos experiencia. Los pacientes que requieren hospitalización, o están institucionalizados en residencias, sufren de manera especial esta desconexión de sus seres queridos. Lo mismo ocurre con aquellos pacientes que presentan especial vulnerabilidad como son las personas con discapacidad o los menores de edad. El sufrimiento se hace especialmente lacerante cuando un paciente entra en la fase final de su vida con esta privación afectiva.

El Comité de Bioética de España hizo público recientemente un documento de reflexión sobre cuestiones éticas relacionadas con la COVID-19, en particular, sobre el riesgo de discriminación por edad, discapacidad o deterioro cognitivo (Informe del Comité de
Bioética de España sobre los aspectos bioéticos de la priorización de recursos sanitarios en el contexto de la crisis del coronavirus de 25 de marzo de 2020).  El Ministerio de Sanidad, varios Comités de Ética autonómicos y otras instituciones también han sacado a luz informes y recomendaciones sobre ciertos aspectos éticos que están siendo de gran ayuda para los profesionales y los responsables de la gestión.  

Ahora, mediante esta Declaración, queremos hacer una invitación a estudiar el modo de mejorar el acompañamiento. En estas semanas, miles de pacientes han fallecido sin sentir el afecto y la cercanía de sus seres queridos, así como sin contar con apoyo
espiritual o religioso conforme a sus convicciones y creencias. Las circunstancias forzadas por una infección con tan alta contagiosidad y letalidad hacen que sea imperativa la adopción de medidas muy estrictas para prevenir la transmisión de este
virus. No obstante, también debemos reflexionar sobre el modo de facilitar un entorno más compasivo en el morir de estos pacientes, lo cual forma parte de la auténtica calidad asistencial. Igualmente, hay pacientes vulnerables que presentan unas
necesidades específicas de apoyo y acompañamiento que no se están ofreciendo en todos los casos. ​

Las decisiones que se adoptan en contextos tan graves como el actual, no dejan demasiado espacio para la reflexión, y ello lleva en muchas ocasiones a que aquellas se adopten sin atender a los valores en conflicto o sin considerar la alternativa de cursos de acción intermedios. Aun en tiempos tan convulsos como los que estamos viviendo, la reflexión sobre valores debe encontrar un mínimo espacio y no caer en la mera asunción de patrones de conducta que se desentienden de deberes tan esenciales en el ámbito asistencial como los de beneficencia y no maleficencia.

Más allá del esfuerzo que los profesionales sanitarios -cualquiera que sea su estatus- ya están haciendo para paliar esta carencia afectiva, se debe estudiar el modo de permitir el acceso de, al menos, un familiar, sobre todo, en los momentos de la despedida. Nos
consta que algunas Comunidades Autónomas, así como hospitales y residencias de mayores, ya han aprobado protocolos o guías para que la persona pueda estar acompañada al final de su vida, sin poner en riesgo ni a los acompañantes ni al equipo sanitario. Si es importante la toma periódica de las constantes de un paciente adoptando las máximas medidas de protección por parte de los profesionales, no hay duda de que procurar el oportuno acompañamiento de un ser querido en el momento de la muerte, así como el apoyo espiritual o religioso cuando lo soliciten, es un esfuerzo a todas luces justificado y un acto superior de humanización.

Además, no debemos olvidar que tanto el acompañamiento como el apoyo espiritual o religioso constituyen igualmente derechos proclamados en diferentes regulaciones de derechos de los pacientes y que han cobrado especial relevancia estos últimos años
dentro de los diferentes planes de humanización de nuestro sistema nacional de salud. Como tales derechos reconocidos ya normativamente, debe procurarse siempre que su limitación no solo esté justificada ética y legalmente, sino que, además, no sea de tal
intensidad que acabe, de facto , por convertirse en una absoluta privación. A este respecto, tanto la Constitución en su artículo 53.1 como la doctrina consolidada del Tribunal Constitucional establecen que todos los derechos deben conservar, al menos, un contenido mínimo esencial, lo que en estos tiempos no parece que se esté respetando.

El desconocimiento que se tiene del modo de actuar de este coronavirus está exigiendo un ejercicio de continua y diaria acomodación de los modos asistenciales a las necesidades de los enfermos, lo cual supone un reto para los responsables de la gestión de los servicios, que se está afrontando con un esfuerzo digno de reconocimiento. Pero una vez pasado el primer impacto organizativo, y tras comprobar ciertas carencias de tipo relacional, urge afrontar el desafío que supone la asistencia en situaciones especiales, como la de los menores de edad y/o personas con discapacidad, y la atención a la agonía de los pacientes en los momentos finales de su vida con la mayor calidad asistencial y humana que sea posible, de acuerdo con la filosofía de los cuidados paliativos, que incluyen criterios de atención psicoemocional, espiritual, religioso y de acompañamiento familiar, pues todos ellos contribuirán a evitar duelos patológicos y al agravamiento de las situaciones de vulnerabilidad.

Madrid, a 15 de abril de 2020

Mª ASCENSIÓN foto

Mª ASCENSIÓN, miembro del grupo de Liturgia de Ayllón

  •  ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

Ha cambiado en las costumbres y en tomar precauciones.

  • ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?  

Un papel muy importante de acompañamiento y consuelo a los enfermos, sin olvidar la caridad. También desde los medios de comunicación con las celebraciones religiosas.

  •  ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

Con el ejemplo

  •  ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

Sabiendo que Dios está a nuestro lado y actúa en todo momento

  •  ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

Porque la fe es lo más grande que tenemos y confiamos en Él.

  •  ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Considero que sí, que es más cercana y continua. Pensando en nuestros pequeños frente al virus, que la ciencia no es capaz de parar.

  •  ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Yo creo que sí, porque cada uno ha sacado lo mejor de sí mismo y se ha visto la solidaridad y el esfuerzo de muchas personas.

  •  ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás? 

Espero que nos cambie a mejor, esto nos tiene que hacer reflexionar.

  •   La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales? 

Valoro muy positivo que la Iglesia ha sabido estar al lado de los fieles, desde la distancia, llevando el consuelo y la esperanza a todos. Me pareció un gesto precioso el del Papa, cuando concedió la indulgencia plenaria.

  • Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

“No tengáis miedo” Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.

 

Martes, 21 Abril 2020 12:49

GENEROSIDAD ANTE LA PANDEMIA

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 La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española ha remitido -con fecha de 19.04.2020- una carta a los obispos de la Iglesia española en la que les invita a entregar, junto a sus sacerdotes, una parte de su sueldo o una aportación fija durante un tiempo determinado para ayudar a quienes más sufren la crisis económica. Una iniciativa que no solo se circunscribe a los consagrados, sino que también es extensiva a toda la comunidad cristiana.

De igual modo, desde la comisión señalan su preocupación por la economía de todas las diócesis y parroquias ante la interrupción de las colectas y la previsión de una disminución de los ingresos habituales y de la asignación tributaria en los próximos ejercicios. Ante estas circunstancias, llaman a todos a asignar en favor de la Iglesia en la declaración de la Renta durante la presente campaña. Además, recuerdan la existencia del portal www.donoamiiglesia.es, en el que es posible realizar aportaciones económicas de modo sencillo a las diversas instituciones eclesiales, incluidas las parroquias.

Los obispos hacen este llamamiento a la “corresponsabilidad” sin olvidar la generosidad con la que está respondiendo la iglesia “singularmente a través de la acción de sus Cáritas parroquiales y diocesanas, la presencia de la vida consagrada en residencias de mayores y servicios sociales, junto con otras muchas iniciativas de instituciones y organizaciones eclesiales; también con la participación de tantos católicos en ONGs y asociaciones civiles”. La carta termina recordando que estamos en camino “de abrir de nuevo los templos y ofrecer de manera progresiva la participación en la Eucaristía, alimento de la Comunión del Pueblo de Dios”.

Texto completo de la carta de la Comisión Ejecutiva

Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!

Estimado hermano:

La pandemia provocada por el COVID-19 y el obligado confinamiento para evitar su propagación tienen consecuencias de muy diverso orden en la vida social y eclesial.

Vivimos un desafío pastoral que refuerza el significado de la Iglesia doméstica y la creatividad pastoral, pero nos impide congregarnos físicamente en torno al altar, como pueblo santo de Dios, para vivir plenamente la realidad sacramental que nos constituye.

Las consecuencias sanitarias, sociales y económicas se hacen notar con la preocupación de su evolución en el futuro inmediato. La Iglesia está respondiendo con generosidad, singularmente a través de la acción de sus Cáritas parroquiales y diocesanas, la presencia de la vida consagrada en residencias de mayores y servicios sociales, junto con otras muchas iniciativas de instituciones y organizaciones eclesiales; también con la participación de tantos católicos en ONGs y asociaciones civiles.

También la economía de nuestras Diócesis y Parroquias se resiente con los templos cerrados y la interrupción de las colectas y otros ingresos. Es, además, fácil de prever que en el futuro disminuirán los ingresos habituales y la asignación tributaria se resentirá en los próximos ejercicios ante la probable disminución de la recaudación por el IRPF, motivada por la crisis económica que se nos viene encima. En estas circunstancias, estamos llamados a convocar a la corresponsabilidad de todos en el sostenimiento de la Iglesia y en la solidaridad con los pobres de cerca y de lejos.

En estas semanas, hemos pedido dinero para Cáritas y OMP, y comienza la campaña de la Renta con la invitación a todos a asignar en favor de la Iglesia, recordando también la existencia del portal www.donoamiiglesia.es, en el que es posible realizar aportaciones económicas de modo sencillo a las diversas instituciones eclesiales, incluidas las parroquias.

Creemos que salir a la plaza pública solicitando esta corresponsabilidad y ayuda, pide de nosotros, obispos y presbíteros, un paso adelante de generosidad. Por ello, invitamos a que cada Obispo vea como realizar esta sugerencia al presbiterio de su Diócesis, proponiendo la entrega de una parte de nuestro sueldo o una aportación fija durante un tiempo determinado y pidiendo a la comunidad cristiana que pueda sumarse también a esa iniciativa. El dinero recaudado podría ser destinado a ayudar a quienes sufrirán más la crisis económica en la que nos está sumiendo la paralización de la vida económica.

Si el confinamiento ha desarrollado nuestra imaginación pastoral, también hemos de crecer en esta expresión de la comunión cristiana de bienes, la corresponsabilidad en el sostenimiento de la Iglesia y la solidaridad, especialmente en esta hora, en la que resuena la voz del Resucitado: “lo que hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” y el eco de la primera comunidad: “los creyentes vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno”. Todo ello en el camino de abrir de nuevo los templos y ofrecer de manera progresiva la participación en la Eucaristía, alimento de la Comunión del Pueblo de Dios.

Domingo 19 de abril de 2020, Octava de Pascua, Divina Misericordia

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ÁNGEL, director EVAR

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

En mi caso, yo puedo trabajar desde casa, así que viendo la gente que fallece, estoy dando gracias cada día y pidiendo por los que sufren.

  • ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

Básicamente de acompañamiento, pero solo a personas de fe.

  • ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

No somos padres, así que no os puedo ayudar.

  •  ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

La fe y confianza en Dios lo es todo, es un momento único para reforzar la relación con el señor y luego entre las personas.

  •  ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

Solo servirá para las personas en situaciones límite y que busquen más allá de lo que el hombre ofrece como solución.

  •  ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Como dije antes, es un momento único y tal vez irrepetible para conocer a Jesucristo.

  •  ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

A nivel general no, el hombre olvida pronto y domestica su conciencia con rapidez. Solo en casos concretos de sufrimiento y salvación de la pandemia habrá conversiones y cambios profundos.

  •  ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás?

No

  •  La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia, ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

El párroco es fundamental, y los medios permiten relación diaria con los feligreses a través de medios on line.

  •  Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes.

Mt 16, 21-27. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte». Jesús se volvió y dijo a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios». Entonces dijo a los discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

JMJpanamá

Lisboa, sede de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2022. Así estaba programado. Sin embargo, la pandemia del coronavirus, que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas a nivel global, ha obligado a que esta JMJ se aplace hasta 2023. El encargado de transmitir esta noticia para los medios de comunicación ha sido el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, quien en su mensaje aseguraba:

«Debido a la situación sanitaria actual y a sus consecuencias en el desplazamiento y la  reunión de los jóvenes y las familias, el Santo Padre, junto con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha decidido aplazar un año el próximo Encuentro Mundial de las Familias, previsto en Roma en junio de 2021, y la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en programa en Lisboa en agosto de 2022, respectivamente a junio de 2022 y a agosto de 2023».

En su comunicación aseguraba, asimismo, que el Encuentro Mundial de las Famialias, cuya celebración estaba prevista para 2021 en Roma, también queda aplazado hasta 2022 con el único objetivo de minimizar el posible riesgo de contagio del COVID-19 y procurar la seguridad y la salud de todos los que asistan a tal evento.

Según el Dicasterio para los Laicos, las Familias y la Vida, el Santo Padre ha tomado esta decisión ante la incidencia global de la pandemia y las posibles consecuencias que ésta pudiera tener en los movimientos de jóvenes y familias de todo el mundo, concentrándose en una misma ciudad miles de ciudadanos. 

Cabe recordar que la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal se anunció el pasado mes de enero de 2019, en la clausura de la JMJ de Panamá. Asimismo, el pasado Domingo de Ramos (5 de abril), se celebraba el día de la JMJ a nivel diocesano y tenía que haberse producido el traspaso de la cruz de los jóvenes panameños a los lisboetas. Sin embargo, este acto simbólico quedó aplazado hasta el 22 de noviembre también a causa de la pandemia.

El Centro de Orientación Familiar de la Diócesis de Segovia ha establecido un servicio especial debido a la pandemia del COVID-19. Por este motivo, sigue atendiendo a las necesidades de todos aquellos que lo necesien pero, en estos momentos, lo hacentelefónicamente debido a la imposibilidad de realizar la atención personal por el estado de alarma. 

Asi, todos aquellos que en estos momentos tan difíciles que nos toca vivir necesiten acompañamiento, apoyo emocional, orientación o ayuda, pueden solicitar una cita. Tan solo tienen que llamar al 921 460 655 y dejar un mensaje en el contestador. Un profesional del Centro de Orientación Familiar se pondrá en contacto con ustedes para atender sus necesidades.

 

Sin título

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, ha comparecido hoy ante los medios de comunicación en una rueda de prensa on line ante el momento tan particular que estamos viviendo.  

Organizar el bien común

Mons. Argüello ha comenzado dando un pésame cargado de esperanza a los todos los que han perdido un familiar y padecen esta enfermedad y las gracias a todos los que trabajan y sirven en la sociedad.  Además de ofrecer palabras de ánimo a niños y jóvenes, a las residencias de mayores y a sus cuidadores, a los que tienen miedo. 

El secretario general afirma que estamos ante una crisis sanitaria y económica, pero sobre todo política, espiritual, en el sentido más amplio. “Nos vemos abocados a pensar cómo organizar el común, la nueva normalidad, cómo reorganizar la desescalada. Están en juego la vida, los enfermos, la seguridad y la libertad, las cuestiones entre las razones sanitarias y la vida, la verdad, las falsas noticias, el bien común y el principio de subsidiaridad”.

 Subraya que el cuidado de los ancianos, de los niños y la despedida de los difuntos marcan una civilización.  En este sentido, ante el drama que se ha vivido en las Residencias de mayores,  insiste en  que “no podemos considerar a los ancianos como un grupo de descarte”.

Mons. Argüello indica que es necesario una mirada hacia el futuro: “la pandemia acelera el cambio de época.  También en el interior de la Iglesia, nuestra forma de atención pastoral también cambia, la conversión pastoral es ahora.  Es un tiempo propicio para animarnos a un tiempo de imaginación, en el realismo que solo el Evangelio puede proporcionarnos.”

Por ello,  apela a recuperar el  espíritu  de la transición,  que además  será un nuevo estilo de  transición: “en la organización política los proyectos deben ser a medio y largo plazo. El tiempo es superior al espacio. La realidad, en las situaciones concretas es superior a las ideologías. La unidad es superior a las ideologíasLa unidad es superior al conflicto. La unidad puede acoger las diferencias. Esta crisis es global, no podemos perder de vista a todo lo que ocurre en el mundo”. De este modo “seremos artífices de una historia común. La pandemia nos ha despertado ante el individualismo”. 

En este encuentro con los periodistas,  Mons. Arguello ha realizado un llamamiento a nuestra clase política ”para buscar juntos el bien común”. 

Libertad de culto

En cuanto a la libertad  de culto para los fieles  ha subrayado que “hemos llamado a quedarse en casa.  Los templos en muchos lugares han estado cerrados, pero la Iglesia se ha mantenido abierta. Una cuestión es el templo y otra la vida de la Iglesia. Que se ha  mantenido  a través de una creatividad pastoral extraordinaria. El art. 11 del  Decreto del  Estado de alarma, reconoce esta situación  y el art. 7, no decía explícitamente nada sobre las salidas para el culto, que son los artículos que están regulando estas cuestiones”. “Ni siquiera en el estado de excepción puede suprimirse la libertad de culto”, ha aclarado el secretario general de la CEE.

En relación a la desescalada en lo que se refiere al culto religioso, “sobre todo para la progresiva salida, queremos clarificar la situación del culto con el gobierno. La presencia y celebración de la fe tiene mucha importancia para los cristianos. Por eso, siguiendo todas las recomendaciones, deseamos que el culto vuelva a la sociedad. Es muy importante que la eucaristía pueda celebrarse con pueblo, progresivamente”.

En relación a la intervención en algunas parroquias de la policía interrumpiendo el culto, Mons. Argüello ha señaldo que “la actuación de la policía interrumpiendo una acto de culto es desmedida, no respeta ni el 11 del estado de alarma ni el 16 de la Constitución Española”.

Cáritas y ayuda a los más necesitados

 El  secretario  general de la CEE  hace una llamada también  “a dar un paso  hacia delante de generosidad y corresponsabilidad ”. Ha explicado que la Comisión Ejecutiva de la CEE ha sugerido que cada diócesis vea la manera de promover una ayuda para los más necesitados en esta crisis económica. Empezando por los obispos y sacerdotes ver la posibilidad de donar una parte de su sueldo a los más necesitados, y desde ese comienzo, invitar a unirse también a todos los fieles cristianos y a toda la sociedad. Ha animado a sumarse a la Campaña de Cáritas “Cada Gesto importa”,  para ofrecer nuestra ayuda  económica a los más pobres.

Recuerda también otros organismos desde los que podemos ofrecer dinero para esta crisis:  la Campaña de OMP para una solidaridad con otros países y la posibilidad de marcar las dos X en la Declaración de la Renta para “ayudar el doble y doblar la solidaridad”.  Otra posibilidad es utilizar la página donoamiiglesia.es , con la que se ayuda directamente a las parroquias y a las diócesis.

También ha subrayado la importancia de que las personas puedan ejercer su dignidad mediante un puesto de trabajo. En relación a la renta básica ha manifestado que:  ”ayudas a quienes lo necesitan es indispensable, pero pensar en una permanencia, que vivan de manera subsidiada, no sería un horizonte deseable para la organización del común”.

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LOLI, catequista

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

Ha cambiado mucho, hecho mucho de menos mi paseo matinal con mi marido y otros amigos por el campo, y sobre todo acudir a la Eucaristía cada tarde y recibir al Señor Sacramentalmente.

  •  ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

Un papel importantísimo: estar al lado de las necesidades físicas y espirituales de las personas, también en estos difíciles momentos.

  •  ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

No contesto porque no tengo hijos.

  •  ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

Mi fe como cristiana es esencial, sin ella no sería lo mismo.

  •  ¿Cómo cree que la fe puede servir de “vacuna” ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

Es el pilar donde el cristiano se agarra para “no desfallecer”.

  •  ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Yo creo que sí

  •  ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Yo creo que sí, tenemos más tiempo para reflexionar, y valorar…

  •  ¿Cree que una vez superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y ante los demás?

Creo ¡que sí!, que con tanto tiempo para reflexionar encontraremos “conclusiones positivas”.

  •  La Iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

Sí, ha sabido adaptarse, gracias a esas iniciativas a través de ls medios de comunicación nos han ayudado a estar más unidos como Iglesia. ¡Muy positivamente!

  •  Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá” Mt 7,7.

Raquel Lázaro foto

RAQUEL, catequista

  • ¿Cómo ha cambiado su día a día desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento?

Ha cambiado por completo. Antes iba a trabajar a 20km de mi casa y ahora hago teletrabajo desde casa compartiendo tiempo y espacio con mis 4 hijos que todos ellos tienen sus respectivas clases on line. Es una locura, de la noche a la mañana tuvimos que comprar un portátil por amazon para dar un poco más de soporte a los niños, ya que en casa había un ordenador fijo y una tableta, pero como digo somos muchos. Para mí el confinamiento no supone un gran esfuerzo porque tengo mucho trabajo. Además del trabajo fuera de casa, el de dentro, que es tremendo. Las compras se han convertido en algo terrible porque salimos un día a la semana y la lista es tan grande que cuando llego, en desinfectar todo tardo muchísimo.. es lo peor de todo.

  •  ¿Qué papel desempeña la Iglesia frente al coronavirus?

Para mí un papel esencial porque lleva esperanza y alegría a la sociedad y transmite en todo momento la seguridad de que unidos en la oración al Señor, se consigue lo más importante.

  •  ¿En estos tiempos de mayor convivencia en el hogar, cuál es la posición de los padres como educadores en la fe de sus hijos?

Los padres tenemos un papel fundamental siempre, pero ahora mismo en que los niños no van ni a clase ni a catequesis ni a las celebraciones de la Eucaristía los domingos, pues de nosotros depende que los niños reciban esa educación.

  •  ¿De qué manera su fe le ayuda a sobrellevar esta situación?

Para mí es fundamental mi fe en Cristo, en el Dios de la Vida. Pero no sólo ahora sino antes también. Mi fe hace que vea la muerte como el paso necesario a una vida mejor. Lo creo firmemente y rezo cada día para que Jesús me ayude a no temer por ello.

  •  ¿Cómo cree que la fe puede servir de vacuna ante la impotencia y el miedo de enfermos y familiares?

En este sentido yo siempre rezo por que esté en los planes de Dios que mis familiares enfermos vivan. Tengo total confianza en que ocurrirá lo que Dios quiera y yo le pido cada día que les salve si está en sus planes.

  •  ¿Considera que, debido a las circunstancias, estamos profundizando en nuestra relación personal con el Señor de una manera más pura?

Sin duda, personalmente estoy más unida ahora con el Señor. La Semana Santa, por ejemplo, ha sido una Semana Santa como nunca había vivido. Mucho más austera y sencilla pero con un significado mucho más sincero ya que el deseo en mí de estar con Jesús ha sido más fuerte.

  •  ¿Opina que la irrupción de esta crisis sanitaria y social ha alterado la forma de vida generalmente individualista y materialista de la humanidad?

Si. Ahora vivimos más pensando en ayudar a los que tenemos al lado y que están en peores circunstancias que nosotros.

  •  ¿Cree que superada la pandemia el ser humano cambiará su actitud ante la vida y los demás?

Creo que apreciaremos más las cosas que siempre hemos dado por hechas y que nunca hemos apreciado, el salir a la calle con amigos, el saludar a los seres queridos de forma afectuosa con un beso o abrazo, etc.

  •  La iglesia ha sabido adaptarse para continuar con su labor desde la distancia ¿Cómo valora las iniciativas evangelizadoras a través de los medios de comunicación y redes sociales?

Muy positivamente. Sigo desde la distancia las celebraciones y lo vivo tan intensamente o más que si estuviera presente. Esto también va a hacer que cuando podamos ir al templo lo valoremos mucho más de lo que hasta ahora lo hemos hecho.

  •  Escoja una cita bíblica que sirva como mensaje de esperanza a los creyentes

Yo soy la resurrección y la vida (Jn 11, 25)
En verdad, en verdad os digo, si alguno guardare mis palabras, jamás verá la muerte (Jn 8, 51)
Yo soy el pan vivo… si alguno come de este pan vivirá para siempre (Jn, 8 51)