Secretariado de Medios

Secretariado de Medios

La fiesta de Pentecostés era la segunda fiesta de peregrinación del pueblo judío. Se la denominaba «la fiesta de las semanas», porque se celebraba siete semanas después de la Pascua. Se llevaba como ofrenda dos panes fermentados y ramos de espigas, frutos de la cosecha, en recuerdo de sus orígenes como fiesta de la siega.

La venida del Espíritu tiene mucho de Pascua y de cosecha. De Pascua, porque el Espíritu nos viene de Cristo muerto y resucitado. Cuando Jesús muere, Marcos dice escuetamente que «expiró»; Juan matiza: «entregó el espíritu». El agua que brota del costado abierto de Cristo es el símbolo del Espíritu, el agua viva que promete a la samaritana, y que podrán beber todos los que tengan sed y deseen creer en él. Cuando Jesús resucitado se aparece a los apóstoles —como dice hoy el evangelio— les muestra las llagas de su pasión y les otorga la paz. Después realiza un gesto que recuerda lo que hizo Dios en la creación: sopló sobre ellos —Dios sopló sobre el barro de Adán— y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Sin el perdón de los pecados es imposible la paz. Por eso, Jesús, inicia la nueva creación con su muerte y resurrección y con el don del Espíritu Santo. Esta es la cosecha de la Pascua, la gracia del perdón.

Esta acción de Jesús en el cenáculo con los apóstoles se hace visible a todos los pueblos en Pentecostés. La presencia del Espíritu se manifiesta con fuerza en el viento impetuoso que llena la casa donde estaban y en las llamaradas de fuego que se repartían, en forma de lenguas, sobre sus cabezas. El viento y el fuego son figura del Espíritu. Viento y espíritu se dicen con la misma palabra hebrea. En cuanto al fuego, baste recordar lo que dice Juan Bautista de Jesús: «Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego» (Mt 3,11). Esto sucede en Pentecostés. Jesús consuma su tarea bautizando, desde el Padre, a quienes son llamados a expandir su fuego por toda la tierra para que arda en el amor de Dios; los llamados a comunicar en todas las lenguas el Evangelio de la gracia; los enviados a transmitir, gracias al Soplo de Cristo, el perdón que reconcilia y une a todos los hombres en una humanidad recreada. Pentecostés, como bien se ha dicho, es el acontecimiento definitivo de la gracia. Si en la cruz Jesús entrega su espíritu, y en la Pascua insufla aliento de vida en los apóstoles, en Pentecostés congrega a todas las naciones para que participen en los frutos de su entrega al Padre y a los hombres.

Es hermoso imaginar que todos los pueblos conocidos entonces se dan cita en Jerusalén, lugar de la universalidad, donde nace la «Católica», la que no deja a nadie fuera de su salvación. En Pentecostés el pueblo judío venía a Jerusalén peregrinando. Ahora vienen todos los pueblos que representan el mundo conocido, escuchan todos las maravillas de Dios en su propia lengua, y se convierten en una humanidad unida sin perder sus diferencias. Pentecostés es el contra-Babel. Lo opuesto a la confusión y disgregación que produce el pecado del hombre. Es la unidad consumada por el Espíritu que hace de quienes lo reciben o beben de él, como agua viva, un solo cuerpo de Cristo donde no existen divisiones. Por eso los pecados contra la unidad de la Iglesia, las divisiones y cismas, son pecados contra el Espíritu de la unidad que nos permite aportar cada uno nuestro propio don o carisma al conjunto del Cuerpo de Cristo. Dicho de otra manera: El Espíritu es el amor de Dios derramado en nuestros corazones para que la Iglesia sea como un sacramento de unidad entre Dios y los hombres.

 + César Franco

Obispo de Segovia

Sábado, 23 Mayo 2020 08:46

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Sábado, 23 Mayo 2020 08:24

YO ME APUNTO A RELIGIÓN, ¿Y TÚ?

clase religión

Cada año, en el periodo previo a la matriculación para el próximo curso escolar -que este año se realizará de forma virtual-, la Delegación de Enseñanza de la Diócesis, pone en marcha la campaña a favor de la enseñanza religiosa y la elección de la asignatura de Religión como parte del currículo académico. Cabe destacar que, a través de esta campaña de matriculación a favor de la Religión Católica, se recuerda:

  • La enseñanza religiosa es un derecho de los padres respecto de la educación de sus hijos. Derecho que está amparado por la Constitución española en su artículo 27 y que recoge que los progenitores pueden escoger para sus hijos la educación que se adecúe a sus creencias y convicciones
  • La asignatura de Religión no es catequesis. Los profesores que imparten esta materia facilitan a sus alumnos el conocimiento de las raíces cristianas de la sociedad y les ayudan a responder a las cuestiones del corazón humano. Asimismo, son un vehículo para entender y conocer la cultura y sus obras artísticas, literarias, musicales y caritativo-sociales

Ahora, más que nunca, es importante recordar estos aspectos a las familias católicas y a aquellas que quieran educar a sus hijos de forma integral. La proximidad de la nueva ley educativa, arrincona académicamente a la asignatura de Religión y pone en juego la libertad de educación. Además, supone un obstáculo en el camino hacia un pacto educativo a nivel global, como ha propuesto el Papa Francisco. 

Ante estas circunstancias, el Obispo de Segovia, Mons. César Franco, ha escrito una carta dirigida a los padres y madres de los escolares segovianos. En ella, anima a la matriculación en esta asignatura de Religión como un camino hacia el conocimiento y el entendimiento del mundo que nos rodea desde la perspectiva de la fe, con el fundamento en Cristo y su Evangelio.

 

LEA Y DESCARGUE AQUÍ LA CARTA COMPLETA DEL OBISPO DE LA DIÓCESIS

 

 

 

Cartel Jornada Com Sociales 2020

Hace ya más de medio siglo (desde 1967) que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en estas fechas de final de primavera, haciéndola coincidir expresamente con la solemnidad de la Ascensión, recordando así el mandato de Jesús a los discípulos antes de entregar la labor que Él había empezado en sus manos: “Id y proclamad al Evangelio a toda la creación, hasta el confín de la Tierra”. Un mensaje de esperanza global, como diríamos ahora. La misión de la Iglesia no es otra que anunciar la Buena Noticia al mundo, La misión de la Iglesia es la comunicación.

En este año que tantas vidas y proyectos ha torcido, el Papa nos propone en esta jornada “respirar la verdad de las buenas historias” y crear, en medio de la confusión y noticias falsas que nos envuelven, narraciones humanas que sepan mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura. Hay que tejer historias buenas, bellas y verdaderas.

Como es costumbre, el mensaje de la jornada fue publicado en enero, antes de que nadie fuera capaz de anticipar las consecuencias de la pandemia que nos ha venido encima y que aún hoy nos tiene aturdidos. Hablaba el Santo Padre, proféticamente, de “héroes, también actuales, que se enfrentan a situaciones difíciles y luchan contra el mal empujados por una fuerza que les da valentía, la del amor”.

Estamos viviendo momentos en los que valoramos más que nunca los gestos y las acciones, las historias tejidas entre todos que comunican mucho más que las palabras. No hay más que ver la emoción que nos sigue provocando la entrega, impagable, de todos los profesionales y trabajadores sanitarios en esta época de angustia.

Junto con el resto de la sociedad civil, la Iglesia ha estado y está ahí en esta crisis.  Muchas de esas historias de vida entregada las están protagonizando los voluntarios de Cáritas en medio del agobio y la incertidumbre, las congregaciones religiosas que se han aplicado a la fabricación de equipos de protección en su confinamiento, los sacerdotes que  han celebrado la Eucaristía o han comentado las lecturas del día por redes sociales y todos los laicos de a pie que están cuidando a sus familias de la mejor manera que pueden.

Estamos viviendo momentos muy recios pero, como dice el Santo Padre, hay historias que transforman la vida. Hay historias que huelen a Evangelio. La Iglesia siempre está ahí, comunicando lo mejor de sí misma y ofreciendo sinceramente una Palabra de esperanza y trascendencia en medio del mundo.

cifras economía iglesia segovia

En un momento como el actual, la Iglesia Católica desea rendir cuentas a la sociedad en cumplimiento de lo previsto en los Acuerdos, en un ejercicio de transparencia y responsabilidad que busca manifestar la gratitud a todos los que, con su colaboración, permiten que la Iglesia siga cumpliendo con su labor.

En general, la Iglesia rinde cuentas en dos sentidos. En primer lugar, qué recursos recibe y dispone para cumplir su labor. Y en segundo, cómo emplea dichos recursos para sus fines propios: evangelizar, vivir la fe y darse a los demás.

Asignación tributaria

El informe general presentado por la Conferencia Episcopal Española hace referencia a la asignación tributaria correspondiente al año 2018, el reparto de los fondos recibidos en dicho ejercicio y la economía diocesana, a la cual nos referimos. Dicho informe, enmarca Segovia como una diócesis muy pequeña, lo que tiene sus consecuencias en la asignación y distribución de los recursos. Así, más de la mitad de los recursos de los que dispone la diócesis provienen del Fondo Común Interdiocesano, que se constituye con la aportación de la asignación tributaria, mientras que las aportaciones voluntarias de los fieles segovianos suponen un 15% de los recursos.

quesito economía

En cuanto a los datos de las aportaciones por medio de la “x” en la Declaración de la Renta, nuestra diócesis registró en 2018 un total de 32.911 declaraciones de IRPF, de las que el 42.02% contaban con asignación a la Iglesia, lo que se traduce en una aportación de 812.222€. En comparación con el ejercicio anterior del año 2017, tanto el número de declaraciones (-250) como el porcentaje de asignación (-1,40%) fue menor. No obstante, cabe destacar que en el importe diferencial registró un aumento en 43.583€.

Fondo Común Interdiocesano y otras ayudas

Por otro lado, encontramos la cantidad que, desde la Conferencia Episcopal se reparte cada ejercicio a las diócesis en función de diferentes criterios, lo que llamamos Fondo Común Interdiocesano. Así, en 2018, Segovia recibió 2.088.337,75€, lo que supone un aumento del 0.85% respecto al año anterior, cuando la diócesis recibió 2.070.781,68€.

Otra partida que emana de la Conferencia Episcopal, es la compensatoria por la pérdida de la exención de IVA, a partir de 2007, en la construcción de templos. La Conferencia Episcopal solicita a las diócesis la información de todos los proyectos de ejecución de obra correspondientes al ejercicio 2017 y la ayuda se entrega en 2018.  En caso de que se otorgue, se concede como ayuda el importe correspondiente al 50% del IVA de las nuevas construcciones iniciadas en el año y el 25% de las rehabilitaciones de templos.

En nuestra diócesis, se realizaron dos proyectos de nueva construcción en 2017 por un importe de 73.385,81€ (sin IVA) con un IVA de 15.411,02, por lo que la ayuda recibida en 2018 fue de 7.705,51. De otra parte, se ejecutaron un total de ocho rehabilitaciones por valor de 510.584,84€ (sin IVA) con un IVA de 107.216,24, ascendiendo la ayuda por este concepto a 28.804,06€. En total, la cantidad recibida en 2018 por proyectos de nueva construcción y rehabilitación fue de 34.509,57€.

Cabe también recordar que Cáritas es la Iglesia en su vertiente asistencial. En el caso de Segovia, Cáritas Diocesana recibió en 2018 una aportación total de 64.686€ para el desarrollo de sus diferentes programas de ayuda y asistencia a los más débiles.

En conclusión, el resultado de la liquidación de la asignación tributaria de 2018 fue positivo para la Iglesia española en su conjunto, con un aumento de 26.885 declaraciones con asignación y 17 millones más de euros que en el ejercicio anterior. Además, la mayoría de recursos que cada diócesis recibe se reparten con unos criterios basados en la solidaridad, la comunión de bienes y las necesidades de cada Iglesia local.

Desde la Diócesis de Segovia, agradecemos a todas las personas que confían en la labor de la Iglesia y colaboran con nosotros mediante su asignación tributaria. Porque juntos realizamos una inmensa labor social y espiritual, para ayudar a quienes más lo necesitan. Esperemos que, cada año, podamos ser más los que colaboremos de este modo para el sostenimiento de nuestra Iglesia, porque sumando “x” logramos un mundo mejor. La Diócesis de Segovia, siempre contigo: SOMOS IGLESIA, SOMOS FAMILIA.

Jesús no es un profeta más de los que, según la tradición bíblica, fueron llevados al cielo en un carro de fuego como Elías o Henoc, a quien Dios lo arrebató sin pasar por la muerte. El misterio de la Ascensión, que celebramos este domingo, no es un paralelo de estas elevaciones al cielo, sino que se sitúa en el nivel de la trascendencia divina. Quien sube a los cielos es el eterno Hijo de Dios que tomó nuestra carne en el seno de María y, resucitado de entre los muertos, alcanza el señorío sobre el cosmos, como dice Jesús en su despedida: «Se me ha dado todo poder en el cielo y sobre la tierra» (Mt 26,18).

Este poder, o autoridad, es simbolizado también en el gesto de sentarse a la derecha del Padre, indicando así que Jesús, también en cuanto hombre, goza de su misma dignidad. Cuando san Pablo reflexiona sobre este hecho en la carta a los Efesios, dice que Dios lo sentó a su derecha «por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos» (Ef 1,20-23). Quizás nos resulte extraña esta forma de hablar que recoge la imaginería cósmica de los espíritus angélicos sobre los cuales ha sido constituido Jesús con el título de Señor, que se otorgaba a Dios en el Antiguo Testamento.

Si leemos con atención este texto de Pablo observaremos que la Ascensión de Jesús no lo aísla ni de su comunidad, que es la Iglesia, ni de la creación entera. Por eso, se dice que Dios «todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo». Hay una lógica perfecta en este razonamiento. Se trata naturalmente de una lógica teológica, pues no estamos hablando con categorías sociológicas ni políticas, que podrían llevar a confusión sobre la misión de la Iglesia e incluso sobre la soberanía de Cristo. Según la teología cristiana, Dios ha creado el cosmos a través de su Palabra eterna —el Logos— que es el inicio y la meta de la creación, el alfa y la omega, como dice el Apocalipsis. Todo tiene, por tanto, su consistencia en Cristo y todo tiende hacia él, como explicó, siguiendo a san Pablo, Teilhard de Chardin y explican, con diferentes matices y perspectivas, otros teólogos contemporáneos.

Ahora bien, la Palabra eterna de Dios se ha hecho carne, de manera que, en su ascensión, lleva también esta carne —nuestra carne— a la intimidad misma de Dios, al seno trinitario. Dios es también hombre. Era, pues, preciso que la carne humana fuese glorificada con la misma dignidad y gloria divina. Por eso, puede «sentarse» a la derecha de Dios y recibir así la adoración de todo el universo y de la humanidad salvada por él, que es la Iglesia. Al decir Pablo que el Cristo glorioso es nuestra cabeza, afirma que está unido a nosotros —como la cabeza al cuerpo— con la misma carne y, por tanto, no se ha roto la comunión que estableció la encarnación, sino que, por el contrario, queda definitivamente unida por una gloria que también nos pertenece a nosotros y hacia la cual vamos peregrinando. En este sentido, la Iglesia está llena de Cristo —esto quiere decir la palabra griega pleroma que usa Pablo— y Cristo puede trasmitir a todos sus miembros la plenitud de vida que hay en él.

Visto así el proyecto de Dios sobre la creación y la humanidad sólo puede sobrecogernos por su belleza y santidad. La carne del hombre no puede aspirar a mayor cima y gloria. Aquí reside el fundamento de su dignidad y trascendencia. Nuestra carne está ya sentada junto a Dios rebosante de gloria. Esta es la meta hacia la que caminamos. No vamos a la deriva. Nuestra Cabeza ha llegado a término.

+ César A. Franco
Obispo de Segovia

Restauración Órgano copia

En los últimos años los proyectos de conservación, mantenimiento y restauración han supuesto el 50% del gasto total. La seo apuesta por la autofinanciación para su mantenimiento.

Los andamios, restauración de obras pictóricas y puesta a punto de las salas de exposiciones han sido parte de la Catedral en estos años, conviviendo con la visita cultural y misas diarias. Desde el 2017, incluyendo este 2020, el Cabildo invierte 3.470.826€ en proyectos de restauración, conservación y divulgación que se materializan desde la apertura de la Sala de Pintura Bajo Claustro pasando por la restauración del órgano del Evangelio, en el corazón del templo.

A lo largo de estos años la inversión en restauración y conservación ha ido incrementándose para abrir nuevos espacios y emprender intervenciones en obras pictóricas, capillas o en el mantenimiento de la estructura del templo. Desde 2017 hasta 2019 el 50% de lo gastado ha ido destinado a esta partida que es fundamental y, que en algunos casos, como son la intervención en las vidrieras o en el órgano del Evangelio, asumen una importante cuantía debido a su envergadura y características técnicas.

En un repaso general, durante el 2017 la Sala de Tapices y Ornamentos Litúrgicos abría al público tras una inversión de 224.438€, la capilla de Los Cabrera, situada en el claustro, se terminó de restaurar tras una profunda intervención que ascendió a 48.000€ además de actuar íntegramente en la capilla del Cristo Yacente (135.842€) y la renovación del presbiterio de la capilla Mayor (102.000€). Estas son las restauraciones más importantes que se realizaron ese año en diferentes puntos de la Catedral y que sumaron un total de 907.738€.

En 2018, la cifra de gasto en restauración y conservación aumentó hasta los 1.165.663€, en gran parte debido a la apertura de la Sala de Pintura Bajo Claustro -535.000€- que conllevó una nueva musealización, tratamiento de restauración y conservación de las casi cuarenta obras pictóricas expuestas o la instalación de medidas de seguridad y climatización. Entre otras intervenciones, se llevó a cabo la restauración por parte de la Real Fábrica de Tapices del tapiz “Zenobia hecha prisionera” de la serie “Zenobia, Reina de Palmira” -45.000€-, la capilla de La Piedad -165.214€- o la primera fase de los trabajos de recuperación del órgano del Evangelio -198.108€-.

El pasado año, son muchos los proyectos iniciados y finalizados. En total, durante el 2019, el coste de las diferentes intervenciones llegó a 846.695€ y, entre las de más envergadura por el espacio y la musealización, está la ya aprobada reconversión de la Sala de Santa Catalina en una sala de objetos litúrgicos, con un gasto inicial de 145.000€ para su acondicionamiento. Se restauró la cubierta de la sacristía y cuerpo de oficinas por 105.000€, nuevas mejoras en la Sala de Pintura Bajo Claustro (16.600€) o la restauración de los cuatro lienzos de los Evangelistas e iluminación (62.651€). El resto de inversión fue a mejoras del mobiliario, cubiertas, megafonía, restauración de lienzos y para la segunda fase de la intervención en el órgano del Evangelio (264.144€).

Durante 2020 prosiguen algunas de las restauraciones anteriores y se han comenzado otras nuevas con una partida total de 550.730€ en estos tres años. El órgano del Evangelio se encuentra en la tercera y última fase de su restauración con una aportación de 110.060€ lo que suma un total de 572.312€. Las cubiertas del crucero, nave central y San Geroteo están siendo saneadas en una intervención que asciende a 186.000€. Ya se ha restaurado la carroza del Corpus Christi por 21.000€ o las pinturas murales de María del Salto en el claustro (38.000€).

En esta línea de restauraciones, actualmente se está acometiendo una intervención en el lienzo “Adoración de los Reyes” por 4.230€, se ha empezado la restauración de la vidriera del rosetón norte (110.000€ para el total de vidrieras este 2020) y 31.440€ se emplearán para el mobiliario y sistema de iluminación de la Sala de Santa Catalina.

Al igual que en 2018 y 2019, este ejercicio se ha destinado una partida anual de 50.000€ para la restauración de una iglesia de la Diócesis de Segovia. También se han efectuado diferentes pagos en estos tres años para la restauración integral de las 159 vidrieras que desde 2009 acumula una inversión total de 1.180.000€.

La publicación de estos datos se engloban dentro de la política de transparencia iniciada desde hace años por el Cabildo Catedral y siguiendo las recomendaciones de la Conferencia Episcopal Española de poner al servicio de la sociedad la gestión de los recursos de la Iglesia.

 Autofinanciación de la Catedral

La inversión de los 3.470.826€ ha sido posible gracias a los ingresos directos de las entradas por parte de los miles de turistas y visitantes. Desde hace ya cinco años el Cabildo apostó por una completa autofinanciación en el mantenimiento del templo.  Los costes ya mencionados en conservación y restauración como los gastos de personal y otros derivados de la actividad y el uso en la Catedral se sufragan gracias a la venta de entradas en su práctica totalidad y no se recibe ninguna subvención por parte de las instituciones públicas y privadas.

En los últimos tres años, el 50,60% de lo gastado ha ido destinado al concepto de restauración, conservación y mantenimiento, el 35% en retribución de gastos de personal y, el resto (14,4%), en gastos corrientes como luz o calefacción, donativos a parroquias, fundaciones u obras sociales.

En 2017, restauración y conservación supuso el 49% del gasto, en 2018 el porcentaje subió hasta el 59,60% y, el pasado año, el 43,3%.

En cuanto a los ingresos, el 94% de todo lo recaudado proviene en el periodo 2016-2019 de la venta de entradas tanto a la visita a la Catedral como de los tours guiados a la torre. La cantidad restante de ingresos tiene como origen los donativos por la celebración de sacramentos y colectas.

Este 2020 la cantidad prevista de gasto en restauración asciende a 550.730€ a pesar de que los ingresos caerán muy previsiblemente de forma considerable debido al cierre temporal de la Catedral desde el 14 de marzo. La previsión es que el turismo que pueda venir tras la reapertura no supla las necesidades de ingresos para afrontar nuevas restauraciones previstas, quedando relegadas para el próximo 2021.

Una aportación de 50.000€ para una iglesia

La Catedral no solo restaura en su interior sino que también, convencidos de la importancia de la conservación del patrimonio artístico y religioso a nivel general, desde el 2018 se aprobó destinar una partida de 50.000€ para colaborar en la restauración de parroquias de la Diócesis de Segovia.

En 2018, primer año de implantación de esta medida consensuada unánimemente por el Cabildo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Caballar, fue la destinataria de esta partida para contribuir a los trabajos de conservación y restauración planteados.

Durante 2019, los 50.000€ se han dividido entre la iglesia de Valdesimonte, Torreiglesias, la parroquia de Muñopedro y de Marazoleja.

Este 2020 el presupuesto se reparte entre las iglesias parroquiales de Fuenterrebollo (40.000€), Villaseca (5.000€), y Castrillo de Sepúlveda (5.000€).

 

DESCARGUE AQUÍ EL INFORME COMPLETO DEL BALANCE DE CUENTAS DE RESTAURACIÓN

reli es mas

La iniciativa #ReliEsMas, que aglutina a padres, profesores, cerca de medio centenar de delegaciones diocesanas de enseñanza -entre ellas la de nuestra Diócesis de Segovia- y distintas entidades del ámbito educativo de toda España que promueven la valoración de la asignatura de religión en el ámbito escolar, ha conseguido su objetivo de ser trending topic (tendencia)  en Twitter con la etiqueta #ParemosLaLeyCelaa. Decenas de miles de personas han reivindicado por segunda vez (la primera quedada digital fue el 4 de mayo) que se retire la LOMLOE, una ley de Educación que el Gobierno tramita sin consenso y a ritmo vertiginoso durante la pandemia del COVID-16 y que arrincona una materia que en España cursan 3,3 millones de alumnos. 

Con la LOMLOE, el Gobierno de España rebaja el derecho de las familias de educar a sus hijos conforme a sus propias creencias y convicciones. España en su Carta Magna había alcanzado un consenso en materia de educación que viene reflejado especialmente en sus artículos 16 y 27 y que, ahora, puede romperse de manera unilateral. 

En medio de una crisis sanitaria, social y económica la Sra. Celaá, Ministra de Educación, tramita en el Parlamento su propuesta de ley educativa, generando una polémica innecesaria, sujeta a ideología y carente del necesario consenso educativo, social y político. Ante un panorama incierto es deseable que la llamada reconstrucción nacional se apoye en una nueva configuración educativa que no expulse a nadie del sistema e integre las diferentes sensibilidades con respetuosa armonía.

La propuesta ministerial, sin embargo, perjudica particularmente  a la enseñanza de la Religión en la escuela, aplicando un laicismo excluyente ajeno a la Constitución y contrario a la demanda de las familias que, solo en el modelo de confesionalidad católica, alcanza cerca de 3.300.000 millones de alumnos, más del 61% del total de los alumnos del sistema educativo. Si la escuela persigue la educación integral no cabe otra posibilidad que ofrecer la asignatura de religión en condiciones dignas. De no ser así, se hurtaría el derecho básico que todo alumno tiene de adquirir las herramientas necesarias para comprender el mundo desde una perspectiva transcendental e integradora. 

La inexistencia de un Pacto de Estado hace que la educación vuelva a estar sometida a los vaivenes ideológicos de los partidos de turno, en este caso del PSOE y Unidas Podemos que intentan sin miramiento arrinconar la asignatura de religión rebajando su carácter académico. En Europa se imparte religión de modo estable y regular, con una carga lectiva semanal digna que permite su estudio normalizado. Una vez más, el Gobierno evita fijarse en Europa o en los países que tienen un alto grado de éxito escolar como es el caso de Finlandia, Dinamarca, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Suecia, Reino Unido o Alemania.

Proponemos que la asignatura de religión esté presente en el marco escolar sin tensiones, posibilitando así a los padres el ejercicio de su derecho a educar a sus hijos conforme a sus  propias creencias y convicciones. Es necesario pues habilitar una solución de consenso que permita la posibilidad de elegir libremente esta asignatura, con una carga lectiva digna y con una asignatura alternativa de carácter académico, con el valor de la evaluación como criterio pedagógico imprescindible y que sea computable para la media y el acceso a becas.

En el nuevo paradigma al que nos conduce el COVID-19, las grandes cuestiones existenciales vuelven a adquirir carta de ciudadanía: el sentido de la vida, del sufrimiento, de la muerte, la dignidad de la persona, la solidaridad, el bien común… Todas esas preguntas adquieren respuestas desde las propuestas antropológicas y éticas ofrecidas en la asignatura de Religión desde sus diferentes perspectivas confesionales.

Tras esta masiva manifestación en redes, desde #ReliEsmas se espera que la ministra busque el consenso de las mayorías y no simplemente el equilibrio aritmético parlamentario.

pascua del enfermo

Hoy, 17 de mayo, VI domingo de Pascua, la Iglesia Española celebra la Pascua del Enfermo como punto final a una campaña que comenzó el pasado 11 de febrero con la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo. Toda esta campaña se ha conmemorado bajo el lema "Acompañar en la soledad", junto al tema bíblico «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré» (Mt 11, 28).

Con motivo de la conmemoración de la Pascua del Enfermo, el Obispo de Segovia, Monseñor César Franco, ha presidido una Eucaristía que ha sido retransmitida en directo a través del canal de televisión y la página web de La 8 Segovia de RTVCyL. Una celebración especialmente ofrecida por los enfermos, familiares y cuidadores, así como por el alma y eterno descanso de los fallecidos.

Don César ha comenzado su homilía dirigiéndose al Vicario General (presente en la celebración), al delegado de Pastoral de la Salud, a los sacerdotes y a todos los fieles y enfermos -a los que ha definido como "predilectos de Cristo"- que seguían la Eucaristía a través de los medios de comunicación. Así, ha asegurado que hoy celebramos la Pascua del Enfermo como el paso de Cristo sanador por todos los que viven la enfermedad y el miedo a morir en soledad, añadiendo que «esta misa nos hace cercana a vosotros, enfermos queridos, para confortaros con la presencia de Cristo, que vino a cargar con nuestro sufrimiento y a fortalecernos con la entrega de su vida». Asimismo, el prelado ha tratado de infundir confianza, al pedir a los enfermos "no temáis, no estáis solos", ya que los obispos, los sacerdotes y toda la comunidad cristiana "os acompañan con su oración" ya que, en sus palabras «la Palabra de Dios ilumina el sentido de la enfermedad y la soledad que conlleva».

Aludiendo al Evangelio, el obispo ha afirmado que Felipe predicaba en Samaria y aplicaba los signos de curación a lisiados y la liberación a los poseídos. Esto es, los apóstoles realizaban los mismos signos de Cristo, el Señor actuaba por medio de ellos. «Jesús ha venido a sanarnos de nuestras enfermedades más íntimas», ha subrayado, para a renglón seguido decir «os preguntaréis por qué no nos cura ahora ni realiza los milagros de entonces». Es cierto, que todos desaríamos vernos libres de la enfermedad, aunque, en palabras de don César «solo el Señor sabe lo que nos conviene, aunque nos cueste entender sus caminos». De hecho, durante su vida pública, Él no curó a todos los enfermos con los que coincidió, sino que les transmitió paz, fortaleza y la necesidad de confiar en Dios. Por eso, nunca ha de faltarnos la certeza de su compañía, que se hace presente a través de los seres queridos, los sanitarios, y todos aquellos que oran y piden desde sus  hogares, monasaterios o comunidades.

«La enfermedad es parte de nuestra condición humana, que es mortal», ha explicado el Obispo de Segovia. La enfermedad pone ante nosotros nuestra propia fragilidad, y la tenemos que asumir con paz y esperanza, puesto que todos somos enfermos en potencia y experimentamos la enfermedad con mayor o menor gravedad a lo largo de nuestra vida. Pero, es «en ella donde nos encontramos coon Dios y debemos confiar en providencia».

En el Evangelio, Jesús nos díce, «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré» (Mt 11, 28), por eso, quienes acudimos a Jesús experimentamos su compañía. En este punto, don César ha hecho referencia al Mensaje del Papa Francisco con motivo de la celebración de esta Pascua del Enfermo. En su texto, el pontífice se refiere a las palabras de Jesús que «indican el camino misterioso de la gracia que se revela a los sencillos y que ofrece alivio a quienes están cansados y fatigados. Estas palabras expresan la solidaridad del Hijo del hombre, Jesucristo, ante una humanidad afligida y que sufre. ¡Cuántas personas padecen en el cuerpo y en el espíritu! Jesús dice a todos que acudan a Él, «venid a mí», y les promete alivio y consuelo».

Ahora, que estamos atravesando la dura prueba de la pandemia, nos sentimos afectados no solo física, sino psicológica y espiritualmente al sentir la soledad, sentimiento que recoge el lema de esta campaña "Acompañar en la soledad". Muchos, por su ancianidad o por haber padecido el contagio, han pasado y pasan mucho tiempo solos. Además, muchos han fallecido en una dramática soledad, sin una mano tendida que de seguridad ni la palabra que conforta. Pero, como ha recordado el obispo, Jesucristo también experimentó la soledad. La soledad de su Padre en la cruz, tan difícil de entender; en el Huerto de los Olivos cuando los discípulos se quedaron dormidos, o la soledad del pueblo que días antes le había aclamado en su entrada triunfante en Jerusalén. «Él ha vivido la soledad en su propia carne, por eso puede confortarnos y compadecernos. Cristo es fuente del amor y el consuelo», ha destacado.

Así, don César ha lanzado algunos consejos a quienes por diferentes circunstancias se encuentren atravesando una enfermedad:

  • «Orad humildemente al Señor para que os de fuerzas y aliente vuestra esperanza. Una oración humilde os servirá para alcanzar la paz de corazón. Pedid al Señor que os aumente vuestra fe»
  • «Ofreced vuestro sufrimiento por quienes, quizá, lo necesiten más que vosotros como signo de solidaridad. Dios ungirá a los demás con el aceite de vuestra ofrenda. Y, como dijo el Papa emérito Benedicto XVI, se creara un depósito de consolación que ayude a otros a llevar la cruz»
  • «Compartid vuestros sentimientos con los que os cuidan y acompañan. Abridles vuestro corazón, no os encerréis en vuestra intimidad»

El obispo ha insistido en la necesidad de apartar el temor, puesto que el Señor ha vencido al pecado y a la muerte, Él es el pastor que siempre nos guía a buen puerto. En el Evangelio de hoy (Jn 14,15-21), Jesús asegura que nos ayudará con un Paráclito, un consolador, y traslada a los apóstoles unas contundentes palabras "No os dejaré huérfanos". El Espíritu consolador que envía, viene a ocupar su lugar y permanecer a nuestro lado en las pruebas que la vida nos presenta. Nos enseña los secretos de la vida y nos abre el horizonte del más allá. «Nos alienta en nuestro caminar incierto y nos alienta en nuestra enfermedad, nos asegura que la vida no termina en la muerte», ha destacado don César.

Con todo, el Obispo de la Diócesis ha exhortado a toda la Iglesia de Segovia a acompañar en la soledad a todos los que sufren como signo del Espíritu de Dios y su presencia sanadora.

Felipe predicaba en Samaria, una ciudad que se llenaba de alegría tras las curaciones. Por eso, el prelado ha lanzado una pregunta "¿Es compatible la alegría con la enfermedad?", para contestar positivamente, puesto que es compatible «en quienes la aceptan con paz, quienes entregan su vida en el mundo de la sanidad, aquellos que a pesar del cansancio transmiten paz y esperanza con el servicio que prestan. Oremos por ellos en este tiempo de Pascua, tiempo de gozo imperecedero, vida y resurrección, esperanza en la eternidad que ya ha comenzado en Cristo Resucitado».

Finalmente, don César ha pedido a la Virgen y patrona de Segovia, Nuestra Señora de la Fuencisla, que permanezca junto a los enfermos en su lecho de dolor, como lo hizo con su Hijo al pie de la Cruz.